Para ____ Guarnizo la vida era la de una adolescente normal, hasta que su hermano Juan le propone aparecer en pantalla por primera vez, eso haría que su mundo cambie por completo.
Tenía un muy mal pasado con su ex novio y su padre, pero esto no la d...
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-¿Por qué no te gustaría aparecer en mis streams? -Su boca masticaba cereal, mientras lo decía con algo ya de rabia, se le notaba por su frente fruncida-
Juan no aguantaba ni un solo desayuno sin tocar el tema, aunque mi respuesta siempre fuera la misma.
Masticaba mis panqueques a gusto recargando los pies sobre los tubos de mi silla alta que nos lograban alcanzar para la mesa que llevaba a la cocina.
Juan y Ari con quién se había casado hace unos años, ahora eran de los streamers hispanos más grandes de la plataforma Twitch. Yo nunca en mi vida salí en sus videos ni fotos, y en las de la boda, dónde se publicaron, me borraron para poder subirlas. Mi vida estaba muy bien así.
-Ya lo hemos hablado -suspire pesadamente por el mismo tema- prefiero no perder mi privacidad, tengo amigos en la universidad y el Voleibol y no quiero ahora tener que lidiar con los que me quieren como soy o por ser tu hermana o familiar de Ari -quite mi vista de la comida y lo mire con una pequeña sonrisa- Estoy bien ahora, ¿Por qué tanta insistencia en mostrarme en internet? -pregunte un poco irritada-
Mi respuesta pareció ser la gota que derramó el vaso.
-Porque eres mi hermana de sangre!, Mi única hermana, no hermanastra. Quiero presumirte en mis redes sociales, Quiero contar las anécdotas que tengo contigo, quiero enseñarte a mis amigos, quiero ir contigo a eventos y viajes, quiero que pasemos más tiempo juntos, quiero mostrarle a todos los que me ven, que si tengo alguien de mi familia que no sea Ari, que enserio, enserio me quiere desanimado. ¿Es demasiado pedir?
Me quedé sorprendida, normalmente el se quedaba callado y no decía nada más por el resto del desayuno.
Luego de verme a los ojos unos segundos, mientras su pecho subía y bajaba repetida veces, se levantó de su silla y sin despegar su vista de mi, subió las escaleras con fuertes pasos que sonaban en el suelo.
Tomo unos segundos en escucharse la puerta de su habitación. No estaba muy consiente de que no hice nada, ni dije nada al respecto hasta que Ari tocó mi hombro levemente y volteo para verla mejor.
-No quisiera meterme, ya que es algo entre tu y Juan más que nada, pero...tiene algo de razón -suspiro viéndome- es frustrante hacer todo eso y no sabes lo difícil que fue para ambos eliminarte de las fotos que subiriamos de nuestra boda, de los momentos más especiales y de más.
No dije nada. Tampoco sabría muy bien que responder a esto, Ari no salía meterse nunca en una discusión mía y de Juan, aunque no fueran frecuentes.
-No quiero cambiar tu opinión, porque la respeto, pero se nos acaban las opciones y es algo cansado.
»piensalo, si?
Dijo por último Ari para levantarse de la mesa, guardar el desayuno de Juan en la nevera y limpiar los platos.
