sweet alpha

ii

Felix se había levantado como siempre, tarde, el omega era demasiado dormilion, incluso podía dormir casi quince horas seguidas.

—Buenos días mamás.— Dijo el Omega tomando una de las tostadas.

—Buenos días, pequeño.— Hablaron Alfa y Omega al uniso.

—Voy tarde, nos vemos más al rato, las amo.—Felix tomó su mochila y salió de su casa

Sus madres se miraron complices, sabían que su único cachorro era todo un dormilón y descuidado.

—¿Hoy no te tocaba despertar a Bok, Sana?—Consultó la Alfa mirando a su Omega.

—Tzuyu, fui y lo desperté como tres veces, no reaccionaba así que deje que siempre pasará lo que pasa todos los días.—Dijo la Omega haciendo un puchero.

—Está bien, te amo bonita .—La Alfa le dio un beso a la más baja en la mejilla.

—Y yo a ti, cielo.—

Lee Tzuyu y Sana Minatozaki eran las madres de aquel Omega dormilón, ambas amaban mucho a su pequeño hijo aunque se la pasaba durmiendo todos los días.

Hyunjin había comprado un ramo de gardenias blancas, si, a Felix le encantaba las gardenias, pero más si eran de color blanco.

—Estoy seguro que estás le gustarán a mi lindo Omega. — Penso Hyunjin caminando con el ramo de flores en su mano.

Antes de entrar al instituto, fuera o no, tarde, siempre se veian en un pequeño callejón, donde ambos se iban a ver o necesitaban del aroma del otro, se veían ahí y estaban un ratito juntos.

Aún no se sentian listos para exponer el cortejo, Hyunjin sabía que Felix era uno de los Omegas más codiciados entre los y las Alfas, su aroma era único y adictivo, tenía un cuerpo que haría a cualquier Alfa delirar, era perfecto.

Era tan perfecto que Hyunjin sentía mariposas revolotear en su estómago cuando veía la hermosa sonrisa del Omega.

Hyunjin creía que sus oportunidades con aquel hermoso Omega estaban muertas, pero no era asi, Felix desde que vio a Hyunjin cómo un estudiante nuevo, deseo y anhelo que este le pidiera cortejo.

A ambos se les cumplia su sueño, tenerse mutuamente, claro, todo a su debido tiempo, pero ambos sentían sus pancitas llenas de mariposas cuando veían lo hermosos que eran ante sus ojos.

Por fin habían llegado, Hyunjin sabía que el Omega era muy dormilon —por eso su parada en la floristeria así que se había demorado un poco o eso creía.

Ambos habían llegado al mismo tiempo, Hyunjin viendo la radiante sonrisa de Felix y éste viendo el rostro de Hyunjin.

—Hola bonito.—Hyunjin vio al Omega, ambos sonrojados.

—H-hola Jinnie.— Dijo Felix sonrojado.

Felix se sintió culpable al no traerle algún detalle a Hyunjin, sabia que aquellas gardenias en las manos del Alfa eran para el, ¿Pero de que serviria si Felix no le trajo nada a su Alfa?

—Son para ti, cariño.— Hyunjin estiro sus brazos y entrego el ramo de gardenias al Omega.

Felix las recibió y las olfateo, amaba el aroma a flores frescas, aunque debía ponerlas en agua si no queria que se marchitaran.

—Gracias Hyunjin.—

—Perdón, pequeño, tal vez no pueda regalarte cosas tan caras como un collar de diamantes a anillos de oro puro, pero estos pequeños detalles son todo lo que puedo ofrecerte.— Hablo cabizbajo el azabache.

A Felix se le partió el corazón, ese Alfa era el mejor de todos y todas, no tenía que disculparse por eso.

—Hyunnie, adoro y amo estos detalles que tú me das, no necesito oro ni diamantes para ser feliz, lo único que necesito es saber que el Alfa me va a proteger y amar.—Felix se acercó y mientras sostenía con una mano el ramo de gardenias, con la otra tomo la mejilla de Hyunjin.

—Jinnie, soy yo el que debe pedir perdón, no te traje nada.—Continuó Felix dando un suspiro acompañado de una sonrisa calida.

—No mi pequeño amor, con tan solo poder verte y abrazarte es todo lo que necesito, te doy esos detalles porque soy yo el que inició el cortejo, y soy yo quien quiere consentir a el bello Omega que los Dioses han mandado a mi ser.—Hyunjin dejo caer su cabeza en la suave palma de la mano del Omega.

A pesar de no ser nada oficialmente, ambos sentían que no necesitaban de las palabras para saber que ambos se amaban.

Tenían algo muy en claro en toda esta situación, Lee Felix era el Omega de Hwang Hyunjin, y Hwang Hyunjin es el Alfa de Lee Felix.

Entre ellos sabian de la hermosa relación que habia, aunque por el momento solo era de cortejo.

Tanto las madres de Hyunjin como las de Felix estaban enteradas sobre el lazo que unía a ambos, de hecho, Hwang y Lee, habían organizado una cena para que ambas familias se conocieran.

Las madres de ambos habían hablado de varias cosas, las actitudes de sus hijos cuando estaban juntos y demás cosas que vieron en la pareja y en el cambio que tuvieron cuando iniciaron la etapa de cortejo.

Las madres de Felix le dieron su aprobación a Hyunjin, mientras que las madres de Hyunjin le dieron la bienvenida al joven Omega a la familia Hwang.

Ambos querian crecer más, casarse, tener sus cachorritos y su nidito de amor, eso era lo que querían Lee Felix y Hwang Hyunjin.