— ¡Entonces vete al carajo!— Gritó enfurecida, saliendo de la oficina del que ahora era su ex.— Carola... — Su voz salió cortada intentando tomar su mano para detenerla sin mucho éxito.
Se quedó recargado en el marco de la puerta únicamente mirándola irse hasta que se perdió de su vista.
— Bueno, ¿tu eres idiota o qué? ¿Por qué no vas a por ella coño?
— No Carlos, no tiene caso — Regresó a la silla tras el escritorio para seguir mirando los papeles en él.
Carola había sido su novia durante casi un año, se habían conocido durante un evento de empresas automotrices, comenzaron a hablar y al mes comenzaron a salir, realmente había creído que estába enamorado de ella pero Sergio siempre había huido del compromiso, él era más de salir a fiestas de vez en cuando con Carlos, su socio y mejor amigo para divertirse y terminar enrollado con cualquier persona ahí, amores de una noche y ya.
Le costó trabajo aceptar que sentía algo más por Carola, algo fuera de su alcance y conocimiento y más aún cuando le pidió que fueran novios en una escapada que se lo llevó a comer en horas laborales.
A veces se sentía abrumado por pensar en la magnitud de lo que era tener una novia, citas, regalos, fiestas, reuniones, aniversarios y todas esas cosas, él no era alguien muy afectivo y Carola sí, pero aún con todas sus inseguridades se encariñó bastante de ella.
Claro, hasta que Carola lo descubrió hablando con Carlos acerca de que su aniversario de un año estába cerca y realmente no tenía ganas de hacer la fiesta que su novia quería para festejarlo, ella se molestó y reclamó por eso, Sergio le dijo la verdad de cómo se sentía y aún dándole otras opciones para festejarlo lo mandó al carajo.
— ¿Así tan fácil la dejarás ir? — Carlos quería reir pero sabía que eso solo molestaría a su amigo así que intentaba darle palabras de ánimo.
— Se le pasará en un rato, ya verás — dijo despreocupado, intentando esconder las ganas que tenía de olvidarse de todo el trabajo e irse al baño a llorar.
— No lo puedo creer, eres todo un hombre de negocios, nadas en dinero, tienes a medio mundo a tus pies y eres un asco en el amor.
— Ya sé Carlos, ya sé... — se cubrió el rostro con sus manos, intentando ocultar las lágrimas involuntarias que comenzaban a formarse velozmente sobre sus ojos, sin embargo las tuvo que quitar cuando sonó su teléfono con el nombre de "Amor" en la pantalla.
— ¿Caro?
—Sergio... ya pensé mejor las cosas, ya no quiero seguir así, ya no puedo.
— ¿Entonces?
— Lo mejor va a ser que nos demos un tiempo, en verdad te quiero mucho, muchísimo, pero creo que lo nuestro dejó de funcionar hace mucho... ¿Me oyes?
— Si... está bien — Se quedó sin expresión sobre su rostro —Si, Adios — colgó y volvió a cubrir su rostro con sus manos temblorosas.
— Puta madre — dijo con desanimo, acompañado de un mini sollozo que intentó reprimir.
— Ey Cabrón... pero no llores — Carlos puso su mano sobre su hombro para después sobar un poco su espalda mostrándose genuinamente preocupado.
— Estoy bien, no te preocupes — Lo miró con una sonrisa avergonzada y con el rostro empapado, intentando calmarse.
— Ya, está bien, tranquilo — Lo abrazó con fuerza, para permitirle llorar en su hombro, normalmente Sergio era muy reservado con lo que sentía, tenía la costumbre de guardarse todo para él y verlo romperse frente a alguien era algo inusual, solo podía significar que su situación era muy mala.
ESTÁS LEYENDO
Baila Conmigo [Chestappen]
Fanfiction¿Cuánto se puede imaginar entre una canción y otra? En medio de una serie de movimientos coordinados ¿Qué es lo más que puedes imaginar? ¿una vida? La siguiente obra es únicamente con fines de entretenimiento, no se busca dañar la imagen de nada/nad...