—¿Pudiste haberme amado...?— Susurré. Sus grandes manos viajaron de mi rostro hacia mi cuerpo tocándolo suavemente, explorando lo desconocido, mirando lo que alguna vez pudo haber tocado siempre. Volvió a besar mis labios lentamente y con su voz más gruesa me respondió en un susurro.
—Si...
Sus cálidos besos volvieron a tocar mi piel desnuda y fría, sus manos apretaban mi cintura y su dificultad para respirar correctamente atravesaron mis oídos. La noche era corta y yo deseaba que fuera eterna... No, yo deseaba que este momento fuera eterno. Mi corazón dolió, dolía por nuestro primer y último momento juntos, por nuestro primero y últimos besos, por nuestro primer y últimas caricias, por nuestro primer y últimos te amos... Sabía que ambos estábamos tristes, que nuestros corazones no querían soltarse de uno del otro. Y sin darme cuenta, Máximo limpiaba mis lágrimas con sumo cuidado.
—Perdóname, Inés...
Esas palabras habían dolido más que aquellos insultos que alguna vez me dijo. Ya no había nada qué perdonar, ya no había tiempo para las disculpas y los arrepentimientos del pasado. Todo estaba llegando a su fin y eso me ponía ansiosa. Acerque mi rostro al suyo y deposite un pequeño beso en sus labios, lo miré y le sonreí.
—Hazme tuya... Su majestad... —El escuchar mis ultimas palabras no pudo evitar arrugar su rostro y que una lágrima saliera de sus ojos. Eran palabras que jamás iba a volver a escuchar, eran palabras que le hacían recordar el pasado de nuestro reinado juntos... Antes de iniciar con nuestra despedida, plantó un beso en mis labios y volvió a repetir las palabras que alguna vez añoraba escuchar de sus labios.
—Te amo...
Tal vez si nos hubiéramos comunicado antes, antes de traer a Ian conmigo, antes de nuestra boda, desde el primer momento en que lo conocí, tal vez nuestro destino hubiera sido diferente. Si yo me hubiera enterado de todo lo que Máximo había pasado cuando éramos niños, tal vez nada de esto estuviera sucediendo y nuestra relación hubiera sido distinta.
Pero el hubiera nunca existió... Y los problemas ya estaban, ya habían sido causados.
Pero...
Si nuestra relación hubiera funcionado, ¿Hubiera podido conocer a MinKi? ¿A Quillvin? ¿Había podido volver a ver a Deon? ¿Habría nacido Carsen?
Tal vez, estamos mejor así... Tú te irás y yo me quedaré. Mis tristezas se irán contigo y tus recuerdos se quedarán conmigo...