6.9K 370 442
                                    

otra noche en tortillaland, praderas inundadas por el manto de la noche y la hermosa luna llena brillando con intensidad sobre el pueblo verde. se podría decir que ya había pasado un tiempo desde que todos estaban instalándose en los alrededores del pueblo.

los habitantes terminaban sus construcciones, alguno que otro acomodando los bloques mientras uno que otro aprovechaban el silencio de la noche para descansar o incluso farmear experiencia mientras mataban los monstruos que aparecían alrededor del pueblo.

en una pequeña casa simple, y otros bloques entremezclados, dos de nuestros habitantes se encontraban reconstruyendo una parte de la casa de el castaño a pedido del nombrado. aquel chico bajito rompía un par de bloques, mientras recibía los regaños de el dueño de la pollería, spreen.

el menor de todos lo miraba frunciendo el entrecejo. con sus cabellos cayéndole por la frente mientras, el bloque que daba justo encima de él, estaba roto. una mirada jade, traviesa y juguetona lo miraba desde ese hueco entre risas mal intencionadas y coquetas.

⚊ sabes que puedo oírte, ¿no, spreen? ⚊ habló carre, sonrojado hasta las orejas mientras trataba de conciliar el sueño en su cama desordenada. ⚊ dejá de reírte.

el oso volvió a aguantarse la risa mientras se relamía sus rosados labios. no podía negarlo, daba un mala espina pero, molestarlo a él por esta vez era divertido. apoyó su mejilla contra la palma de su mano y arqueó una ceja cuando ambos chocaron miradas.

pasaron minutos, largos y eternos dónde lo único que hacían era mirarse. una tensión que crecía desde lo más profundo de ambos, se estaba volviendo pesado incluso respirar así, dejando que sus irises batallaran.

las irises verdes del menor temblaron, gracias a los dioses que no se notó por su cabello que le cubría poco más de sus ojos. sus mejillas rosadas delataban lo que estaba sintiendo en ese momento: vergüenza.

⚊ ¿sabés qué? bajá. ⚊ dijo harto, poniéndose de pie para dejar un par de cosas al lado de la cama, tirándolas sin más en el piso. a su lado, escucha el rechinido de los resortes de su cama.

⚊ ¿dormimos juntos? ⚊ la voz del alto con ese acento santafesino le erizó la piel. ⚊ ¡uh, rebota la cama! ¿viste?

⚊ si, si, si... ⚊ el bajito forma una levemente tétrica sonrisa en sus labios, comenzando a retirarse el pijama 'happy' mientras quedaba un poco de su piel al descubierto. ⚊ y va a rebotar más cuando me suba encima tuyo.

esas palabras hicieron que el híbrido abriera los ojos sorprendido. enfrente de él, el castaño tenía las pupilas dilatadas y una sonrisa socarrona, tirando hacia arriba y expulsando su coquetería y dominancia en su máximo esplendor.

lo ve gatear sobre la cama, con cada movimiento que hacía el colchón de la misma se hundía. sin embargo, no se movió de su lugar. esperó incluso que el oji-verde hiciera su siguiente movimiento, casi impaciente.

observó sus piernas moverse alrededor de las propias, aprisionándolo con sus delgados muslos mientras se acomodaba en su regazo. sus manos se posan encima de sus hombros para rozar con lentitud su pelvis contra la de él.

es ahí cuando siente el bulto entre sus glúteos, y suelta una risa burlona por esto. era una prominente erección, aprisionada y esperando salir de su escondite.

el híbrido jadeó sorprendido por el roce, y por inercia llevó sus manos hacia las caderas del menor para ayudarlo a apegarse solo un poco más. tragando saliva, su mirada sube a la del chico encima de él para verlo.

𝗦𝗘𝗡𝗧𝗢𝗡𝗘𝗦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora