Y te noté

Elizabeth Wilde Martínez

Mi nombre es Elizabeth Wilde Martínez, cuando nací me convertí en el amor de mi madre Sophia Wilde, no podría decirse lo mismo de mi padre Diego Martinez, ellos se conocieron en un crucero a sus 32 años, lastimosamente mi padre estaba de noche de despedida de soltero y la fecha de su boda era en menos de dos días, él nunca fue una persona fiel y mi mamá no lo supo porque ¿quién rechazaría a un chico amable, "soltero" y con buen presupuesto? pero que mal que no lo hizo porque se metió en uno de los peores errores que pudo cometer en toda su vida.

Si quieren saber cuál es el pasado de mi padre, no soy la persona indicada para decírselos, no por no querer, si no, porque no lo sé, lo único que conozco de él es que aun al estar comprometido, nunca se casó, pero si se comprometió mas de cinco veces, y como ya saben él no es fiel, las chicas con las que estuvo no eran malas, todas fueron engañadas, absolutamente todas eran de dinero, tenían una vida decente o muy buena dependiendo de quién lo viera.

Mi padre venía de México esperando tener una vida de lujo para poder solventar la vida de sus primeros herederos, tenía dos pequeños y una novia de solo 20 años, su primer sueño era darles una buena vida pero su intención cambió al ver la vida de muchos estadounidenses, empezó a trabajar para hacer ingresos y poder empezar a ir a lugares lujosos para enamorar a algunas chicas ricas y sacarles dinero, primero salía con ellas, conocía a sus padres, se comprometía con ellas y les pedía dinero para hacerles una sorpresa pero la única sorpresa era que no lo volverían a ver. Su plan funciono a la perfección hasta que conocio a mi mamá en ese crucero, actuó tan bien que quiso hacer su plan en una sola noche, mi madre acepto pasar la noche con él y al final de la noche ya había cambiado el destino de su vida.

Mi padre se quedó con mi mamá hasta que supo del embarazo, y ya que no pudo cumplir con su plan, le contó todo lo que tramaba por rencor. Mi mamá estaba desconsolada y decidió contarselo a su familia pero les importo más no crear un escándalo ya que tenían el título de la familia perfecta, su abuela fue la única que la apoyó, un mes antes de nacer, mi abuela murió aúnque le dejo toda su herencia, mi madre por su lado ya había hecho dinero con pequeños trabajos que conseguía y al recibir la herencia ya tenía una cantidad mas que suficiente para poder vivir el resto de su vida.

Nací un 25 de abril de 1986, alegré la vida de mi mamá e hice que su vida tuviera sentido después de todo lo que le había pasado, la familia de mi madre murió en un accidente aéreo unos meses después, la notícia le afecto pero creyó que era mejor historia a la realidad para cuando le preguntará que donde estaba nuestra familia, aparte de tener una buena historia, también le dejo una suma de dinero aparte de lo que ya tenía. Ella era mi adoración, era mi todo, me enseñó todo lo que sé, me enseñó que la vida no tiene límites si tú no le pones fin a tus sueños, me apoyo con mi sueño de ser detective, me ayudo a unirme a la academia de policias, me enseñó a ser fuerte, a tener carácter, a ser segura y no dejarme vencer, sus enseñanzas hubieran sido más tan solo si no hubiera muerto a mis 18 años.

La vida pareció acabarse en tan solo unos minutos, ella llendo a comer con sus amigas y yo esperándola en casa, tristemente no regreso y el tiempo se detuvo al contestar una llamada que cambiaría mi mundo entero. Su historia fue tan trágica como su muerte, de un momento tan feliz al mas triste, ella saliendo del restaurante, dirigiéndose a su automóvil en la acera de enfrente y siendo atropellada por un borracho, la justicia le hizo favor gracias al señor Santiago, el papá de mi mejor amiga, Amy Santiago, ella también estaba en la academia conmigo y desde que nos conocimos conectamos tan bien, su familia me aceptó y se compadeció de mi al quedar "huérfana". Mi padre no tardo en aparecer al enterarse y querer reclamar parte de mi herencia, no pudo y se vió obligado a convivir conmigo para que yo accediera pero si algo me enseñó mi mamá es a no confiar en cualquier persona que muestra interés.

Mi padre me dejo en paz al ver que no cedería, quedamos en no volver a vernos nunca, y así es; hoy en día tengo 27 años, cumplí mi sueño de ser detective después de arduo trabajo, después de que muriera mi madre, me quede sola en la casa, remodele la casa y cambie mi tristeza por orgullo y por las enseñanzas que me enseñó mi mamá, no soy una persona deprimida a pesar de lo que me paso, de hecho aprendí de eso y ahora puedo decir que soy una mejor persona.