El lugar era tenebroso, no podía salir. Se que no era el único ya que cada noche escuchaba gritos de dolor, desesperación o miedo. Ya habían pasado 10 años desde que ese hombre es dueño de mi. Ya no me servía de nada gritar ni llorar. Tenía 19 años, y 10 de esos las he pasado secuestrado, violado y abusado por ese hombre.
Y solo puedo decir una cosa en la llamada que me dio, ¿Y por qué? para divertirse con mi pequeña esperanza. La llamada no se podía rastrear, y el lo sabía.
Llamé a un número sin saber cual era.
-Hola- respondió una voz femenina.
Solo podía decir una palabra:
-Ayúdame.
ESTÁS LEYENDO
Ayúdame
Teen FictionEl lugar era tenebroso, no podía salir. Se que no era el único ya que cada noche escuchaba gritos de dolor, desesperación o miedo. Ya habían pasado 10 años desde que ese hombre es dueño de mi. Ya no me servía de nada gritar ni llorar. Tenía 19 años...