Trató

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[...]

-Lena, tenemos que hablar.- 

-James ahora no es un buen momento, estoy ocupada, porque no sacas una cita con mi secretaria y luego hablamos.- 

-¿Es en serio Lena?- 

-James por favor, hoy tuve unos problemas con la plata del sur y…- 

-Lena, lo entiendo ¿Okay? Se que tienes mucho trabajo, pero tenemos que hablar, por favor.- 

Suspiré resignada dejando mis documentos en mi escritorio y levanté mi mirada hacia mi novio desde hace 1 año. Llevaba unos pantalones negros con una camisa blanca y su saco estaba colgado en su mano junto a un ramo de rosas rojas y fue cuando lo entendí. 

-¿Hoy era la cena?- pregunté con una mueca de cansancio y arrepentimiento. 

-Sí.- 

-Lo siento, le diré a Jess que la reprograme para mañana y…- 

-No.- 

-¿Qué?-

-Lo siento, Lena. Pero, esto se acabó.- 

-¿Estás rompiendo conmigo?- pregunté de forma irónica, no podía creer que él me estuviera dejando. 

-Lo siento Lena, pero es lo mejor.- 

Miré fijamente a James, pero al ver la seguridad con la que habló suspiré.  -Esta bien James, que tengas buena noche.- Dije mientras volvía hacia mis documentos, sin embargo James no se movió hasta que parecía reaccionar a mi contestación. 

-¡¿Qué?! ¿No piensas luchar por nuestro amor?- 

Miré a James con una sonrisa cínica ¿Para que terminas conmigo si te vas arrepentir?, pensé, noté su rostro de asombro y escepticismo, como si considerara imposible el hecho de rechazarlo. 

-James ¿Qué esperabas? ¿Qué rogara por ti o qué llorara por ti? Tú mismo lo dijiste, soy una mujer ocupada; no tengo tiempo ni de comer. Trabajó casi 18 horas diarias y a veces no llego ni a dormir, si no estás conforme con mi cariño tal y como está dudo que pueda hacerte cambiar de opinión.- 

-Eres desesperante, no sé cómo perdí un año de mi vida contigo.- ignoré el parloteo de mi ex y seguí leyendo el reporte de la planta del sur hasta que sentí como James me quitó los documentos de la mano. -Lena estamos teniendo una discusión aquí, puedes solo por una vez mirarme cuando te hablo.- 

-¿Qué es lo que quieres James? Ya acepte terminar lo nuestro, ya no hay nada que discutir.- 

-Eres increíble. Al menos, por una vez, en toda nuestra relación ¿Tú alguna vez me amaste?-

Vi el dolor en el rostro de mi exnovio, pero no hice ningún comentario y solo lo vi suspirar resignado para darse la vuelta e irse de mi oficina. Pero, antes de salir me regaló una sonrisa llena de compasión y pena.

-Sabes Lena, espero que alguna vez puedas amar a alguien que te ame de regreso, ya que el Karma es una perra. Mañana mismo sacaré mis cosas de nuestra departamento, adiós.- 

Cuando James salió de mi oficina me recosté en mi sillón por unos minutos para luego empezar a trabajar. 

No supe por cuánto tiempo más estuve trabajando, pero cuando  llamé a mi secretaria por el intercomunicador al notar que me faltaban algunos datos en el informe de la planta del sur no recibí respuesta y fue cuando noté que era pasado la medianoche. 

Estaba cansada, me ardían los ojos por todas las horas de estar frente a la computadora y mi cuerpo estaba rígido por la mala postura que tenía mientras revisaban mis documentos  y sin darme cuenta mi estómago rugía por no comer nada en todo el día. Con pesadez me levanté de mi silla provocando que algunos de mis músculos tronaron y caminé hacia mi minibar para servirme un vaso de Whisky. 

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