La noche que cambió mi vida ~ KookV~

Capítulo 11

Jungkook 

Estoy seguro de que me voy a arrepentir de esto. 

Me alejo de la fiesta llena de gente que parece ser décadas más jóvenes que yo. No tengo ni idea de lo que me ha pasado ahí dentro. Tal vez fue el ambiente de la fiesta y la gente que se divierte. Tal vez fue lo sexy que estaba Tae en esos jeans rotos con su suéter holgado. 

¿Lleva siquiera algo debajo? 

Joder. 

Me dejé llevar por él y estaba...

Coqueteando con el hombre que está embarazado de mi hijo. No pude evitarlo.

Parecía tan jodidamente feliz y despreocupado. Me hizo quererlo en ese mismo momento. 

Lo quería tanto que olvidé que dormir juntos podría ser complicado. Olvidé el hecho de que él sigue viviendo con otro tipo, un tipo que no necesita estar en la maldita foto si tengo algo que decir al respecto. 

Pero, joder, tal vez dormir con él le haga entrar en razón. Tal vez un buen orgasmo despeje su mente y le ayude a entender que vivir conmigo es lógico. Soy alguien que puede cuidarlo, no un tipo que le roba el teléfono sólo para joderme. 

Miro a Tae en el asiento del pasajero de mi vehículo. Está mordiendo su labio como siempre lo hace, y se necesita toda mi fuerza para no detener el auto y follarlo en el asiento trasero. 

¿Qué me hace este hombre? Normalmente, mi mente está cargada con el trabajo y los pacientes anteriores y todos esos incesantes y si... que mi carrera ha enterrado en mi mente. Tanta mierda pesada que casi nunca vivo el momento.

Pero Tae me pone en el momento. Me hace hacer cosas locas. Soy diferente con él de alguna manera. 

Tal vez es porque no ha tenido una carrera problemática para joder su mente y hacerlo dudar de sí mismo en cada momento. De lo único que estoy seguro es que hace mucho tiempo que no lo toco. Han sido tres meses de repetir esa noche que dormimos juntos y compararlo con todos los otros que he tenido... nadie se ha acercado a cómo fue con él. Y ahora, aquí está sentado, apretando sus muslos porque supongo que la necesidad en él es tan fuerte como lo es en mí. 

Llegamos a mi casa y me estaciono en el garaje, dando zancadas alrededor del auto para agarrar la mano de Tae y tirar de él hacia la puerta. Sus ojos están llenos de excitación. 

Joder, podría fácilmente abrirlo sobre el capó de mi coche porque esa mirada sexy de ojos que me está dando me está volviendo loco. 

Esta semana pasada de citas planificadas fue la más dolorosa que he experimentado. Ahora es el momento de que la presa se libere. 

Mis labios se conectan con los suyos mientras caemos en la entrada lateral de mi casa, sacándonos los abrigos y quitándonos los zapatos mientras nos movemos por el pasillo. Él se ajusta a mis labios mientras me quita la chaqueta, y yo le toco el culo, sintiendo que tengo que hacer todo este intercambio con la memoria muscular. 

Terminamos en el dormitorio, me quito la camiseta y subo el suéter de Tae sobre sus hombros. No lleva nada como lo pensé. 

—Me faltan unos joggers, ya sabes—, refunfuño antes de llegar detrás de él y acariciar su espalda. —Y una camisa de vestir. 

Jadea cuando rozo sus pezones de color rosa. Sus pupilas dilatadas se levantan para encontrarse con las mías. 

—Me falta un conjunto completo.

Incluyendo unos boxers, mis favoritos. 

Mis labios se mueven con una sonrisa que no permitiré que se extienda.