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'𝟬𝟭𝟬. 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹'
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El sonido del teléfono rompió el silencio de la habitación de Samantha, sacándola de sus pensamientos. Con manos temblorosas, levantó el auricular y escuchó las palabras que le erizaban la piel.
Y supo que en todo este tiempo Lucila no estaba bromeando.
La realidad golpeó con la fuerza de un puño en el estómago, dejándola sin aliento. Todas esas veces que Lucila había tratado de comunicar su dolor, su sufrimiento, y ella, cegada por su propia ignorancia, había pasado por alto las señales de angustia.
Supo que ella podía haberla ayudado.
El peso del arrepentimiento se instaló en su pecho, apretándola con una mezcla de dolor y culpa abrumadora. Las lágrimas brotaron de sus ojos, un torrente de tristeza y remordimiento por la amiga que había perdido, por la ayuda que no había sido capaz de brindar cuando más lo necesitaba.
Y lloró.
Lloró por Lucila, por todas las palabras no dichas, por todos los momentos perdidos que ya nunca podrían recuperar. Lloró por la vida que se apagaba demasiado pronto, dejando un vacío imposible de llenar en su corazón.
Había aprendido, de la manera más dolorosa, que a veces una sonrisa oculta más dolor del que uno puede imaginar.
𝗙𝗜𝗡.
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