Castidad

522 46 5
                                    


Mi relación con Ainhoa avanzaba cada vez más, en la academia manteníamos las formas, aunque era inevitable que la mirada se perdiese algunas veces más tiempo de lo normal en mi profesora. Fuera de la academia cada vez estábamos más cómodas, las salidas a tomar algo o de fiesta ya no eran solo cosa de José Antonio, Sara y yo, ahora se habían unido y adaptado a la perfección Ainhoa y Fina, sí, Fina sí, quien resultó ser una chica majísima y muy graciosa, al principio me costó aceptarla, por mucho que me dejasen claro que eran como hermanas mis celos seguían ahí, pero el tiempo me ayudó a darme cuenta de que no había de que preocuparse, y de que estaba siendo idiota con una chica fantástica. Además Ainhoa apareció en mi última videollamada con mi hermano, y me temo que no soy la única Romaña LaSierra enamorada de Ainhoa desde entonces. Todo ha ido perfecto estas semanas, solo hay un pequeño problema, bueno, pequeño no.


Me desperté por el ruido de la alarma de Iphone, la violencia de ese sonido no es normal, fue Ainhoa la que estiró el brazo y la apagó, yo cogí mi móvil de la mesita de noche y miré la hora, faltaba media hora para que sonase mi alarma, como siempre mi novia se había vuelto a pasar poniendo la alarma demasiado pronto, pero bueno, su piso sus reglas, cuando dormíamos en el mío la cosa cambiaba, ahí era mi piso sus reglas.

Decidí que esa mala costumbre madrugadora de Ainhoa podía rentabilizarse de alguna manera, así que me pegué más a ella, la rodeé con mis brazos por la cintura y empecé a dejar besos en su clavícula, que poco a poco fueron ascendiendo por su cuello, vi como aún con los ojos cerrados soltaba un suspiro y se le dibujaba una sonrisa en los labios, estaba despierta y disfrutando de aquello, finalmente llegué a sus labios, primero dejé un beso suave en su comisura, luego ya profundicé y ella me correspondió, cuando el beso se empezó a intensificar fue cuando decidí que era el momento perfecto para incorporarme quedando sentada sobre ella, con una rodilla a cada lado de su cadera, le pilló por sorpresa pero siguió con el beso, tuve que separarme para coger aire, y aproveché el momento para quitarme la camiseta larga que me había dejado esa noche como pijama, quedando únicamente con mi ropa interior sobre ella, cuando volví a besarla ya no era igual, estaba tensa, me separé de ella y esperé a que dijese algo, quería entender que le pasaba, pero se limitó a decir "a desayunar que no llegamos Luz" de manera muy torpe y nerviosa, me quitó de encima y salió corriendo despavorida, otra vez, otra vez me huía justo en un momento íntimo y me dejaba así, a mi esta situación ya empezaba a preocuparme seriamente

Me recompuse como pude, me volví a poner la camiseta y salí de la habitación, fui a la cocina donde ya estaba Ainhoa sentada con Fina, desayunando

-Buenos días Luz- me saludó con una sonrisa Fina- he bajado a lo de las Cucas a por el desayuno

-Gracias Fina - cuando pasé por su lado le toqué el hombro a modo agradecimiento y  me senté en la silla libre a desayunar con ellas

Tras unos minutos Fina se marchó corriendo ya que tenía que hablar unas cosas con el alcalde y luego llamar a mi madre, nos quedamos las dos solas, quería abordar el tema que tanto me preocupaba pero me temo que no era el momento, Ainhoa me empezó a meter prisa de que llegábamos tardísimo.


Tras una mañana agotadora en la academia, estaba en la cafetería tomando algo con Sara mientras esperaba a que Ainhoa terminara para irnos juntas, mi cuerpo estaba ahí con mi prima, pero mi mente estaba en otro mundo, y eso ella lo notó

-¿Qué te pasa? - me sacó del trance en el que me había quedado

-Sara, ¿te puedo preguntar una cosa? - ella asintió- a ver como digo esto, ¿tú...- hice una pausa ya que me daba vergüenza preguntar esto a mi prima menor- me ver una tía atractiva?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 04, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

1:22Donde viven las historias. Descúbrelo ahora