×° 𝓤́𝓵𝓽𝓲𝓶𝓪 𝓷𝓸𝓬𝓱𝓮 𝓮𝓷 𝓐𝓻𝓪𝓫𝓪𝓼𝓽𝓪 °× || ZoLu

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Parte 1 de 2: La propuesta.

Por fin la paz volvió a Arabasta junto con la lluvia. Su Reino era libre del malvado Crocodile y su gente, después de todos los problemas que causaron para haber provocado una rebelion.. Se sentía tranquila de respirar sin preocuparse otra vez, más alla de resolver unos cuantos percances, la mala hierva fue cortada de raíz y solo quedaba pequeñas cosas insignificantes, lo bueno era que lo peor ya había pasado.

Estaba muy agradecida con Luffy y sus Nakamas, arriesgaron sus vidas por Arabasta. Les debía todo a ellos.. Y ojalá algún día pueda devolverles el favor, lo cual duda, por que debía ser uno muy grande.

Ya el Capitán Omega había despertado después de su lucha contra Crocodile y no paraba de alagar a sus amigos por el buen trabajo que todos hicieron. La vanidad no era una palabra en su vocabulario, se portaba como un verdadero Rey..

El fuerte aroma a frutas de Luffy alegraba a cualquiera que lo sintiera y era gratificante, como una recompensa después de una ardua pelea.

Las miradas afectuosas de los otros sombreros de Paja le señalaba no ser la única pensando así. El capitán y sus Nakamas no parecían una simple tripulación, eran más una familia y a ella la recibieron con los brazos abiertos y sin juzgarla.

Era feliz ser parte de ellos, feliz de ser una mirada afectiva más sobre el Joven con sombrero de Paja, feliz de haber tenido esta aventura con ellos.

Ella veía una amistad verdadera entre todos, nada menos que eso y creia que tampoco había más que eso.. En eso si se equivoco.

Una mirada de un par de ojos chocando con los otros era la prueba de su error.. Si había algo más que la amistad, el sentimiento de dos jóvenes disfrazados como amigos.. Pero en realidad añoraban aun más...

Añoraban el ser correspondidos al fuerte sentimiento llamado Amor.

Viví se distrajo por un momento de su conversación con Nami al percatarse qué estaba sucediendo otra vez.

Monkey D. Luffy, el Capitán qué tanto apreciaba como amigo estaba bastante cercano al Vice-Capitán, Roronoa Zoro.
No como Nakamas, se sentía una tensión extraña entre ellos sin siquiera escuchar ni una palabra de su charla. Solo con ver sus sonrisas -sobre todo la de Zoro, era alguien que en escasos momentos lo verías sonreir- el extraño tono cálido en sus mejillas, más la cercanía de sus cuerpos y el casi imperceptible aroma combinado debido a la distancia.. Le hacía cuestionarse si esto era una actitud común entre amigos.