izuku,el hechicero escarlata

¡destaquemos!

Todos los presentes estaban impresionados, lo que presenciaban era increíble, un chico que lowercase su quirk más allá de sus límites que parecía tener mas de un quirk.

-¡Impresionante, ese es un gran espectáculo¡ ¡¿tu que opinas dragón?!- se dirigió a su compañero.

-Estoy confundido, me habían dicho que el chico sólo tenía dos quirks pero esto es una gran sorpresa- contestó viendo el campo de batalla.

-¡Y no es mentira, pero esto talves solo es producto de su entrenamiento¡- exclamó desde su ignorancia el rubio.

-Tengo que corregirte amigo, el quirk de telequinesis no abarca el poder volar o controlar la tecnología, y mucho menos hacer campos de fuerza, lo que vemos ahora es algo sin precedentes- dijo tomando el micrófono-¡estamos ante una de las más grandes promesas del heroísmo!- finalizó gritando a todo pulmón. Si bien se preguntaba que tipo de entrenamiento había llevado el peliverde todos estos años, estaba más que sorprendido y orgulloso de lo que Izuku logró, sin duda le refrego en la cara que no los necesito en todos estos años, y aunque fuera dolorosa esa idea, estaba feliz de que el chico sea alguien tan fuerte en todo sentido. Seria difícil acercarse a él pero al menos tendría que intentarlo era su principal objetivo y no lo abandonaría por nada.

Por otra parte estaba un hombre esquelético viendo con terror la escena, aunque fueran meras sospechas, le daba terror el pensar que ese tipo halla planeado algo y este usando al joven como herramienta
(Mmmm😕)

De pronto sintió un golpe en la cabeza a lo cual giro a ver al causante, y de nuevo otro susto.

-¿M-maestro? - dijo viendo al anciano-¿que hace aquí, no debería reposar?-

-¿Y tu no deberías visitar a tus maestros más seguido?- respondió en burla- además tampoco estoy tan viejo, solo vine a ver al chico- fijo su vista al peliverde.

El rubio no sabia si hacer la pregunta o no, pero si su maestro vino a ver al joven sería por que también sospechaba ¿no?

-Suéltalo ya Toshinori, puedo ver que tienes dudas- interrumpió sus pensamientos.

-S-si, ¿usted conoce al chico?- dijo viendo al anciano fijamente.

Tardó unos segundos en responder pero al final lo soltó.

-Claro, es mi nieto, y si sospechas algo, tranquilo, no tiene nada que ver con el demonio ese- finalizó dejando al rubio con los ojos bien abiertos y la mandíbula abierta.
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Absolutamente todos los alumnos querían romper ese campo de fuerza, pero simplemente no podían.

-Está cosa no se rompe, es poco varonil excluirnos asi- dijo el pelirrojo dando otro golpe al muro.

-Tampoco surten efecto nuestros quirks- dijo Mina echando ácido a la zona.

-¡Maldición nos robaran el punto mayor!- grito un rubio, estaba confundido, por una parte estaba frustrado, pues habían tumbando sus planes al hacer desaparecer de su alcance los puntos altos y por lo contrario estaba emocionado, quería tener la oportunidad de luchar con ese arbusto andante y si lo vencía pondría a la clase B en el centro de los reflectores. No todo estaba mal, sólo tenía que descubrir cómo traspasar esa barrera, hacia falta más para que Neito Monoma se rindiera- ¡Ustedes, cerebritos!¿¡alguna idea!?- se dirigió a un chico que tenia rasgos de murciélago.

- ¿Por qué nos preguntas a nosotros?- respondió algo ofendido por la manera en que los llamaron.

-¿Ustedes son los listos no? Además sería una buena oportunidad para que muestre sus cachivaches y los contraten en un futuro- respondió recibiendo una mirada de molestia del chico.