Douma, el oni de la luna superior dos estaba en una gran mansión junto a sus compañeros de estatus en los que se creía superior, un joven de cabello largo y rubio con una mancha roja y negra en la parte superior de su cabeza que lo hacía aún más encantador, vestía una camisa ajustada color rojo sangre con adornos en la muñeca y el cuello, un cinturón dorado que hacía juego con sus pantalones muy holgados para su cuerpo pero que lo hacía aún más elegante pero lo que impresióno a todos fue su rostro, blanco pálido con ojos grandes y pestañas largas. El colorido de su mirada era deslumbrante, colores del arcoíris que atraían a todo aquel q lo miraba, el rubio se consideraba una deidad aúnque no creía en ellos pero eso aún no compensaba su personalidad molesta con los "amigos".
Douma: vamos akaza-dono, podemos cazar juntos esta noche - dijo maliciosamente mientras agitaba su abanico frente a su cara.
Akaza: !Deja de burlarte de mí, mierda¡ - grito por segunda vez el de cabello rosado y marcos en su cuerpo incluso en su rostro, salió de la habitación donde estaban dejando algo chico rubio que suspiro con tristeza. Desde que había regresado de su últimas cacería, había irritado a todos los oni superiores con su canto apagado y su voz, incluso Daki y Gyutaro salieron corriendo cuando vieron al rubio de lejos pero eso no le impidió seguirlos.
Douma: Gyutaro tienes esa mirada apasionada - Se lo dijo en voz alta al verdoso quién se sonrojo fuertemente - ¿Cierto hashira del sonido te hizo así?
Daki: Deja de molestar a mi onii-chan hijo de puta - Dijo la oni siendo sujetada por su hermano para no avanzar sobre el rubio que fingía ofenderse.
Douma: ¿Pero no estabas también enamorada de ese hashira? - Daki se sonroja al igual que su hermano pero se controló tratando de no intentar matar al otro
Gyutaro: Deja en paz a Daki, hijo de puta - Dijo echando a su hermana sobre su hombro y saliendo corriendo para no ser seguido por el rubio, Douma sonrió pensando quién iba a arritar ahora, a Kokushibo o a Nakime. Una sensación de miedo que el rubio nunca había sentido antes se instaló en su estómago cuando una voz profunda detrás de él se hizo presente.
Muzan: Douma, ¿Estás molestando a las lunas? - Era fría y sería haciendo temblar al rubio. Muzan era más grande, más fuerte, su maestro y su miedo.
Douma: M-maestro muzan justo ahora estába hablando con mis amigos - Dijo fingiendo ser inocente escondiéndose detrás de su abanico dorado. El rubio solo sintió los dedos fríos del otro apretar su cuello, impidiéndole respirar.
Muzan: ¿Estás insinuando que estoy equivocado? - Douma perdió la voz y balanceó sus piernas cuando quedó suspendido en el aire mientras Muzan se reía en su cara con miedo - Debería matarte por desobedecerme pero aún eres muy necesario - se paso los dedos por su suave cabello rubio
Douma: M-muzan-sama - El rubio fue arrastrado por el otro ana habitación alejada de todos, el superior luna dos tenía los ojos muy abiertos que ahora su vida había llegado a su fin o al menos sería torturado por su mal comportamiento. Pero para su sorpresa lo arrogaron a un futón lleno de docenas de almohadas rojas y negras. Sus ojos se abrieron cuando vio a Muzan deshacerse su sombrero blanco, tal vez no queria ensuciar mi sangre. Pensó que el rubio temblaba de pies a cabeza, sintió miedo cuando vio su abanico siendo arrojado lejos de sus manos.
Muzan: Douma, debes ser castigado por tus travesuras - agitó su dedo frente al rostro del otro quién temblaba de miedo - Matarte no le hará ningún bien a mi causa así que solo te castigaré.
Continuará...
Hola a todos espero hayan disfrutado la lectura está es la primera vez que hago una historia nose si está bien escrita pero bueno espero hayan disfrutado de la lectura sayonara
