Batman observaba las cámaras de seguridad más cercanas a la escena de la explosión en el bosque. Sus dedos recorrían el teclado con precisión, avanzando y retrocediendo en el tiempo para captar cada detalle. Las huellas ensangrentadas encontradas en el lugar del crimen habían guiado su búsqueda hacia Gotham, específicamente hacia Park Row. Sin embargo, la calidad de las imágenes y la frecuencia con la que las cámaras eran vandalizadas en esa zona dificultaban el seguimiento preciso.
En una de las grabaciones, Batman encontró algo intrigante: una figura encapuchada acompañada de una joven. La calidad era deficiente, pero se podía ver cómo entraban en la ciudad con una bolsa que parecía pesada. Decidido a averiguar más, Bruce se preparó para investigar más a fondo.
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Meses habían pasado desde que Rimuru y Ena llegaron a Gotham. Ena había comenzado a asistir a la misma escuela que Robin, quien, bajo la identidad de Tim Drake, desconocía la presencia de la joven demonio en su entorno escolar. Entre sus compañeros de clase, Ena había hecho una amiga cercana, Sarah, lo que ayudó a que su adaptación al mundo humano fuera más llevadera.Rimuru, por su parte, había establecido una tienda de dulces llamada Sweet Tempest, situada en el corazón de Park Row. La tienda rápidamente se hizo popular entre los locales, no solo por la calidad de los dulces, sino también por el carisma y la amabilidad de Rimuru.Una tarde tranquila, mientras atendía a un cliente, Rimuru escuchó a un grupo de señoras conversar cerca de la entrada.
tres señoras mayores se sentaron en una pequeña mesa fuera de Sweet Tempest, disfrutando de un café y algunos dulces. Mientras disfrutaban de sus bebidas, comenzaron a conversar animadamente.
-¿Viste qué amable es el dueño de esta tienda? Desde que él llegó, todo es más tranquilo por aquí -comentó la señora Thompson, una mujer de cabello plateado y elegante vestimenta.
-Sí, es cierto. Siempre nos saluda con una sonrisa y parece realmente interesado en cómo estamos -agregó la señora Jenkins, una mujer regordeta con gafas de montura dorada.
-Además, sus dulces son deliciosos. ¡No puedo resistirme a comprar uno cada vez que paso por aquí! -exclamó la señora Murphy, una mujer de cabello rizado y expresión jovial.Las tres mujeres rieron y continuaron elogiando la tienda y su propietario.
-Es increíble cómo ha cambiado este lugar desde que él abrió la tienda. Antes solía ser un poco inseguro, pero ahora me siento mucho más tranquila -comentó la señora Thompson, mirando a su alrededor con una sonrisa.
-Sí, definitivamente ha mejorado mucho. Es como si su presencia hubiera traído una especie de paz a la zona -agregó la señora Jenkins, asintiendo con satisfacción.Rimuru, que estaba atendiendo a un cliente en ese momento, escuchó parte de la conversación y se sintió gratamente sorprendido por los elogios. Se esforzaba por hacer de Sweet Tempest un lugar acogedor y agradable para todos, y escuchar a los clientes hablar tan bien de él le llenaba de alegría.Sin embargo, había más en su presencia en Park Row que solo dulces. Gracias a una combinación de persuasión, diplomacia y, en algunas ocasiones, una muestra sutil de su poder, Rimuru había logrado pacificar el infame callejón del crimen.
Las noticias locales hablaban con asombro de la transformación del área. Los índices de criminalidad habían disminuido drásticamente, y la comunidad empezaba a sentir una seguridad que no había conocido en décadas. Aunque se especulaba sobre la causa de este cambio, nadie sabía con certeza quién estaba detrás. Batman, siempre desconfiado, investigaba este fenómeno, aunque todavía no sospechaba de Rimuru.
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Ena volvía de la escuela acompañada de su amiga Sarah. Se detuvieron frente a Sweet Tempest, donde Sarah compró algunos dulces antes de despedirse.
-¡Nos vemos mañana, Ena! -dijo Sarah con una sonrisa.
-¡Nos vemos! -respondió Ena con una pequeña sonrisa.
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Historias de Rimuru
Fanfictionson algunas ideas que tengo pero que solo son espontáneas. si alguna les gusta mucho puedo intentar sacarle más material