prólogo

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31 de octubre de 1981

En una casa en el medio del bosque, una familia de tres se encuentra en la sala de estar, ambos padres, junto con su hijo, su nombre Harrison Potter Evans: un niño de aspectos finos, figura femenina y delicada, pelo negro un tanto largo para un bebe y unos hermosos ojos esmeralda, similar a la maldición asesina 

Su padre James Potter: un hombre de pelo negro, anteojos y ojos avellana

Y su madre Lily Evans de Potter: una bella mujer de figura espectacular y facciones finas, cabello rojo oscuro y ojos verdes

Todo risas y juegos de parte del padre, hasta que oyeron la puerta romperse, con restos de madera volando, gracias al hechizo de un mago con túnica negra como la noche, una piel blanca verdosa y apariencia reptil, sin cabello y nariz

–suban a resguardarse!!– ordenó el patriarca, el cuál fue a encarar al intruso

–maldito traidor de sangre, muere ¡¡avada kedavra–

De una luz esmeralda segadora resonó por la habitación, todo visto por la madre, la cuál corrió a la planta superior con el bebé en brazos.

Mientras que el hombre fue tras de la erratica mujer en llanto.

Mientras en la parte baja, una mujer de aspecto aristócrata, de 30 años, con un vestido negro estilo victoriano, con un tanto revelador, mostrando sus pechos y hermosa figura de reloj de arena, cabello negro rizado; entro a la vivienda, observó el desastre que causó su maestro, a la persona que admira, pero esa estima no es devuelta, ella es la más devota de sus seguidores y aún así nunca reconoce sus logros, solo paso por maltratos y sub estimaciones, por su maestro y mortífagos, sus compañeros seguidores de su maestro, el mago oscuro más poderoso desde de hace 100 años.

Lily entro con rapidez a la habitación de su hijo, dejándolo a él en la cuna, para sorpresa el bebé siempre a cido tranquilo y callado, no haciendo ni un solo ruido, sin un solo lloriqueo   

La afligida madre en su desesperación serró la puerta, atrancando con un mueble, pero no vasto cuando la puerta solo salió volando en pedazos, entrando el hombre, con temor le planto cara, parándose al frente de la cuna

–apartarte– exigió el hombre de negra vestimenta

–no, por favor no le hagas nada– rogó con impetu la pobre mujer

Pero sus ruegos no fueron escuchados, cuando de la varita del hombre salió una luz verde, una de las maldición imperdonables, avada kedavra, callendo inerte al suelo, fijo su mirada al imperturbable bebé, por lo general otro bebé rompería en llanto pero el no

–este, este es el mocoso que está destinado a matarme, hee, solo fue una perdida de tiempo–

Apunto su varita, pronunciando las palabras de la maldición asesina, pero no contó que la magia del niño reaccionara al ataque, con un impulso, regresando la maldición al atacante, matando lo en el acto, pero una parte de su alma se negó a morir apegándose al ser vivo más cercano, siendo el mismo Harrison, dejándole una cicatriz, en forma de rayo en la frente

La mujer de de la planta baja al escuchar a su maestro fue a ver, dando con la escena de un Voldemort tirado, muerto y un bebé con un aura oscura, repleta de poder, como era posible que un mero escuincle pudo con su maestro y tener semejante poder, ella solo saco su varita, apuntando al bebé, pero su magia en reacción se volvió más espesa y fuerte, para proteger a su huésped, ella solo bajo su arma, hipnotizada por el poder y la exitacion de tal sensación de poder, se acerco más a la cuna, el bebé estiró su mano, pequeña y delicada, posando la en la mejilla pálida de la mujer, ella solo se estremeció por sentir el como una magia ajena a la suya recorría su cuerpo, teniendo espasmos en reacción, soltando fluidos de su parte más íntima, sonrojándose de sobre manera, como ella la bruja más fuerte  de Reyno Unido callo sumisa ante un bebé, sintió un ardor en su antebrazo, dónde su señor la marco con su marca, justo como al resto de sus allegados, siendo borrada, en su lugar apareció una nueva

La mujer de de la planta baja al escuchar a su maestro fue a ver, dando con la escena de un Voldemort tirado, muerto y un bebé con un aura oscura, repleta de poder, como era posible que un mero escuincle pudo con su maestro y tener semejante poder...

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Un triángulo, dentro de este un círculo y atravesando lo una línea, mientras que atra está una silueta alada, de inmediato reconoció la marca, quedando más sorprendida, con esa muestra de poder solo tomo una decisión

–sera un gusto seguirlo maestro, yo bellatrix juro serle fiel y servirle– dijo con una voz suave, apenas audible

Pero su momento fue pausado por un escándalo en la planta baja, salió al pasillo, para ver a un hombre de pelo negro, este sosteniendo al patriarca Potter entre sus brazos, sollozando por no poder hacer nada, el abatido hombre salió de su estado para subir con rapidez a la planta superior, bellatrix solo se escondió en un armario, no queriendo ser encontrada por su ya reconocido primo, Sirius Orión Black, el bio a su querida amiga tirada un lado de la cuna de su ahijado ahora huérfano, triste y en cólera, pero se llenó de irá al recordar al único que tenía acceso a la ubicación de los Potter, Peter pettigrew, su amigo de los Potter y de el, con rabia e irá salió en busca del traidor

Mientras que bellatrix salió de nuevo, acercándose a su nuevo maestro, recogiéndolo de su lugar de reposo, tomándolo entre sus brazos de forma cariñosa y protectora, no podía llevárselo, sería riesgoso y la buscarían, espero hasta que llegó un nuevo hombre, este de gran tamaño pasando los 2 metros, pelo revoltoso con una gran barba castaña, dejo al bebé en su cuna, escondiéndose de nueva cuenta, el ombre solo sollozó por la vista, tomo al niño, envolviendo con cuidado en una manta y llendoce del lugar

Ella no dejaría que estuviera lejos de su maestro, siendo una animaga no registrada, tomando una forma de un gato, negro como la noche, llendo detrás del hombre el cuál subió en una moto, escabullendo se trepó al asiento, tomando vuelo

Después de un tiempo de vuelo empezaron a descender en una calle a oscura, siendo plena noche, el lugar little whinging una ciudad muggle en la calle privet drive, el hombre solo tomo al niño y se lo entrego a un anciano de túnica gris, bellatrix solo observa el como el director de hogwarts, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, dejo al niño en la casa número 4 de esa calle, los magos solo se retiraron y bellatrix fue a acurrucarse con su amo, hasta que la puerta se abrió dejando divisar a una mujer alta y delgada con aspecto de jirafa, que vio con pánico al bulto, se asomo a los alrededores, pero no vio a nadie, miro al niño el cuál tenía una carte dirigida a su persona, la lee y deja salir un chillido, que fue escuchado por su pareja, un hombre gordo con bigote, dando aspecto de una morsa

–que sucede Petunia– ella solo le entrego la carta, la cuál leyó – como esos fenómenos nos entregan está abominación–

–pero y si los vecinos se enteran, arruinaría nuestra reputación– dijo preocupada por pendejadas

–no se darán cuenta, cuando mañana valla al trabajo lo llevaré a un orfanato, nadie se enterará–

Con los de acuerdo tomaron al bebé, metiendo lo debajo de las escaleras, dentro de una pequeña habitación, encima de cajas viejas, pero no sé dieron cuenta de la gata envuelta en la manta, abrasando a su amo

Al día siguiente, por la mañana vernon dursley tomo su auto, conduciendo al orfanato más lejano a la ciudad, "Felicidad futuro hogar" nombre del orfanato donde Vernon dejo al bebé con su basallo

–hoo, mira que creaturita tan bella– dijo una mujer de unos 55 años de edad, siendo ella trabajadora del orfanato, metiendo al niño al hogar

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