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Después de aquella noche en la que unos críos acabaron con la séptima división de Garra, Yoshioka terminó en el hospital, tenía varias heridas, aunque él no recordara haber peleado, pues lo último que recuerda de esa noche es que fue arrastrado por algo al bosque, de ahí no hay nada más en su memoria.

Estaba en la camilla, por suerte no eran heridas graves solo eran superficiales, más allá de que tenía el cuello algo grave. Miraba al techo, perdido en sus pensamientos. Para su lastima ya no podía ser guardia de seguridad para Garra, así que debía buscar una nueva forma de ganarse la vida.

-Vaya mierda.- susurró, casi inaudiblemente, parpadeó ahora dirigiendo la mirada a la ventana de su habitación, viendo cómo la mañana se convertía en tarde, su mente seguía en aquello. ¿que mierda pasó esa noche?¿Por qué no era capaz de recordar nada? Era bastante extraño, quería pensar que quizás si había dado pelea pero fracasó, por ello estaba herido.
Su mente divagaba bastante, parecía muerto en vida, eso a veces preocupaba a las enfermeras que iban a verlo, así estuvo todo el tiempo que estuvo en el hospital.

Han transcurrido al menos tres semanas desde que fue internado, ya estaba listo para ser dado de alta, usando aún aquel collarín cervical debido al malestar de su cuello, el cual aún no se recuperaba del todo, aún así estaba listo para dejar aquel lugar en el cual estaba muriendo lentamente debido a que no podía hacer mucho ahí.
Salió del hospital, listo para continuar de nuevo, viendo todo su alrededor algo aturdido, se decidió a dejar de pensar en aquella noche y seguir con su existencia, viviendo la vida que siendo guardia en Garra no le dió.

Lo primero que hizo fue volver a su apartamento, el cual por suerte aún tenía, aunque ya no pudiera trabajar en la organización mínimo habían tenido la consideración de pagarle el alquiler del mes pasado, eso lo agradecía bastante. Entró, dejando las llaves en la mesa de entrada y sentándose en el sofá, se sentía fatal. Miro su mano, estirando la hacia arriba pensando por última vez en lo que le llevaba torturando casi todo el mes, suspiro y se preparó para ir a dormir, prometiendose a sí mismo dejar todo lo de su antiguo oficio en el pasado.

Yoshioka despertó, sintiéndose algo molesto por la luz que entraba por la ventana, suspiró y se estiró para agarrar su teléfono, ya era algo tarde así que se levantó, listo para comenzar una nueva vida se puso aquel collarín y se dirigió a la sala, encendiendo el televisor dejando en el canal de noticias, algo que él acostumbraba a hacer para luego disponerse a preparar su desayuno.
Tras el paso de unos minutos comenzó la sección del clima, sus ojos se abrieron con sorpresa al escuchar a la presentadora decir el día en el que se encontraban, creyó haber escuchado mal, simplemente miro a la pantalla, esperando a que repitieran la fecha, lo cual no fue necesario, justo en la esquina inferior aparecía lo que buscaba.

"Sábado 14" En su rostro había terror ¿Cómo había pasado esto? Se supone que él salió del hospital el Jueves, y si fue así se supone que debía ser viernes, su respiración se agitó, sentía como su estómago se hacía pequeño, no podía creerlo, no le entraba en la cabeza el hecho de haber dormido todo un día, claro, ese fue fue su primer pensamiento, sin embargo, su segunda opción era la de volver haber olvidado lo que había hecho.

Tal hipótesis se comprobó cuando decidió tomar aire fresco después de desayunar, caminando por las calles en búsqueda de aclarar su ideas.
-Yoshioka, hola.- Dijo una voz cercana, Yoshioka volteó, mirando a aquella que le dirigía la palabra, era su vecina de a lado, Akiko, esta se le acercó y saludo, carismática, como de costumbre. -Quería darte las gracias por ayudarme ayer.- la mujer fue interrumpida por él, -No sé de que me hablas.- con aquel tono de voz serio como siempre, trataba de mantener la compostura, aunque en realidad deseaba gritar, no podía creer que había vuelto a perder la memoria.

Akiko levantó una ceja algo confundida, suspiró algo extrañada para luego preguntarle a su contrario. -¿Te sientes bien?¿Acaso ayer te pasó algo? Quiero decir, ayer estabas tan risueño y animado.- parecía contenta al decir eso, luego desvío la mirada, Yoshioka por su parte seguía confundido, al final solo decidió seguirle la corriente. -Perdón, es que tuve el sueño muy pesado de seguro por eso olvide lo que hice ayer.- no quería hablar más del asunto, se dió la vuelta sobre su talones para volver a retomar su caminata.

-Parecías otra persona.- Dijo Akiko con voz baja, mirando atentamente a su vecino. -Aunque bueno, puede ser que esa sea otra faceta de tí que jamás había conocido.- El pelinegro con ojos perezosos miró por encima de su hombro a su contraria, chasqueando la lengua con cierta molestia, si eso se trataba de otra faceta realmente era un asco para él.

-Por cierto, aún me debes la anécdota de como te heriste la oreja.- ella señalaba su oreja izquierda, refiriéndose a la mordida que ni él mismo sabía cómo había sucedido, solo asintió, una promesa falsa más a su lista.

Hasta ahí quedó la conversación, ambos se miraron por unos segundos, un 'hasta luego' tácito para seguir con sus días, Yoshioka continuó caminando por las calles y avenidas principales, regresando al mismo agujero del que recién había salido. ¿Que era lo que había pasado ayer?¿Y por qué no recuerda nada? Son preguntas que buscaba responder pronto, por lo mientras solo quería disfrutar del día, si es que esté no lo olvidaba también.

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Notas:

-Cabe aclarar que este fanfic lo he creado a base de alguna publicación que ví sobre Yoshioka dónde respondía una pregunta, ya tiene tiempo, pero se me hizo curioso el que contestará que relacionaba el hecho de saber que había sido poseído con la amnesia que ha estado teniendo y con eso en mente, mi imaginación divagó hasta obtener esto, espero sea de su agrado.

-Soy medio estúpido con la ortografía, además de que mi teclado no es de mucha ayuda con ello, me disculpo por eso.

Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora