III

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Hoyuelo es un espíritu maligno...bueno, ya se saben lo demás. Él es el encargado de la actual crisis de Yoshioka Mamoru, aquel que ha estado poseyéndolo por simple disfrute propio, además, para él convivir con los mortales le es entretenido y claramente en su forma etérea no es algo que le sea posible hacer. Desde aquella noche en Garra ha tenido fichado a Yoshioka, admite que estar en posesión de su cuerpo ha sido increíble a pesar de que el humano carece de grandes habilidades más allá de fuerza y bastante resistencia. Aún así disfruta de estar de huésped en él. Kageyama Shigeo, también conocido como Mob, está enterado de la situación, le ha permitido a Hoyuelo poseer al adulto siempre y cuando no lo hiera ni lo use para propósitos malévolos.

―Es una madrugada hermosa, bastante para ser sincero.― Comentó el espíritu alegremente, estaba de tan buen humor hoy ya que iba de camino a su segundo hogar, Yoshioka. Como es predecible traspasó los muros del apartamento sin problema, se fijó de que no hubiera algún espíritu o espectro más, esto por querer marcar su territorio, cosas de los seres del otro plano.
Pasó poco tiempo para que aquel ser etéreo con dos puntos rojizos en las mejillas llegase a donde quería. Se acerco al cuerpo del ya dormido ex-guardia de seguridad de Garra y teniendo en cuenta que este no estaba en sí mismo pudo volver a poseerlo sin problema alguno, como todas las veces anteriores.

Sin tener mucha preocupación por el consentimiento de su cuerpo temporal, sin saber que tanto lo hizo sufrir psicológicamente las ultimas dos semanas, parecía contento de estar ahí de nuevo. Lamentablemente, 'su' cuerpo se sentía pesado. ―Carajo ¿que has estado haciendo, Yoshioka?―. Susurró casi en un gutural, era claro que estaba adolorido...eso o estaba teniendo una parálisis del sueño provocada por sí mismo. Estuvo así durante unos dos o tres minutos, después su cuerpo ya estaba listo para disfrutarlo, lo primero que hizo fue sentir y disfrutar la satisfacción que da estirar sus extremidades despues de una buena noche de sueño, según él era lo mejor, aunque eso es indudable. Tras eso se quedó pensando en que debía hacer hasta que saliera el sol, ya que sueño no tenía.

Hoyuelo sabía bien del trabajo de Mamoru, así que después de dos horas de rodar en la cama y merodear por el apartamento, por fin se estaba alistando para cumplir una obligación ajena pero que debía hacer por bien del dueño de aquel recipiente, sin más salió de casa despues de desayunar lo primero que vió en la nevera.

Saliendo del apartamento estaba otra vez Akiko, tambien lista para ir a su trabajo. Ambos se miraron y se sonrieron, era su forma de saludarse todos los días, aunque cuando Yoshioka lo hacía era más por obligación que por gusto, obviamente que con Hoyuelo la cosa cambia. ―¿Quieres que te vuelva a acompañar al trabajo?― le preguntó a su vecina, esta simplemente se sorprendió, parecía que la otra actitud de Yoshioka había vuelto y no lo iba a desaprovechar. Asintió y ambos bajaron por las escaleras conversando de cualquier cosa que se cruzara en la charla. Akiko estaba intrigada. "¿Que podrá haberlo puesto de buen humor de nuevo?" pensó la joven mujer mientras veía a su risueño acompañante hablando de lo bueno que era peleando.

Akiko se sentía contenta de que Yoshioka se abriera así con ella de vez en cuando.

Caminaron juntos algunas cuadras, así hasta
casi llegar a la estación de tren, en la cual entraría la mujer, esta se despidió y se alejó, asi ambos se separaron para ir a laborar. Hoyuelo caminó unas cuadras más hasta llegar a una tienda comercial, ahí trabajaba. Fue a la parte trasera, le abrieron la puerta y entró. Se cambiaba la ropa mientras inspeccionaba las heridas que le habia ocasionado a ese cuerpo alguna vez. No fue hasta que llegó a la oreja izquierda que sintió una punzada de culpa, en pocas ocasiones se sentía así, igual no estaba haciendo nada malo, solo quería aprovechar de sentirse vivo de nuevo, estaba cuidando a Yoshioka y eso era lo que importaba.

Se termino de cambiar y fue a dar guardia en la entrada de la tienda, era un poco aburrido pero al final es satisfactorio tener una vida así, cotidiana y normal, como cualquier humano, aunque el fuese mejor que estos.

Esta rutina le era divertida al espíritu, levantarse, trabajar e ir por una cerveza, podría hacer esto por días, pero lamentablemente no era algo que pudiese hacer, a no ser...

—¡¿Que mierda estás diciendo?!— Preguntó exaltado el rubio dando una fuerte palmada a su escritorio. Hoyuelo fue a ver al autoproclamado Reigen Arataka para comentarle la situación, aún con el cuerpo de Yoshioka este solo resopló y con una enorme sonrisa le respondió. —Ya oíste, no creo que sea mala idea, igual el pobre hombre no disfruta de su existencia, yo podría darle un uso útil.—

Reigen no estaba convencido, no le parecía correcto que el espíritu quisiera apoderarse de algo que obviamente no le pertenecía. Se cruzó de brazos y suspiro pesadamente, antes de que pudiera hablar tocaron la puerta, un trabajo más de seguro.

Reigen recibió al cliente, este hablaba de que le habían echado una maldición, las cosas de su hogar se movían y a veces se escuchaba que arañaban las paredes, para este punto Arataka ya tenía planeado llevarse a Hoyuelo consigo para este trabajo, un par de miradas entre ellos fueron suficientes para quedar de acuerdo. —¡No se preocupe! Reigen Arataka se hará cargo de esto— Haciendo sus movimientos rápidos de manos sonreía mostrando lo confiado que estaba, después de eso se la pasó hablándole al cliente sobre los cursos de exorcismo que tenía para ofrecer.

Tras esos 10 minutos de chantaje con el cliente Reigen hizo un ademán para que Hoyuelo lo siguiera, el hombre los guío a su hogar, mientras tanto los otros dos seguían discutiendo.

—No es lo correcto y lo sabes.— El rubio metía sus manos a sus bolsillos del pantalón mientras observaba a su contrario con cierta angustia. —¿tu que sabes? quizás esto estaba destinado, igual no creo que alguien lo extrañe, no habla con sus padres y no parece tener conocidos cercanos además de una simple vecina.— Hoyuelo tenía cierta razón, Yoshioka no tenía a nadie cercano pero lo que quería el espíritu no era moralmente correcto, quería adueñarse de una vida ajena.

soy pésimo escribiendo.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2023 ⏰

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