borrador

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Lleva una de sus manos hacia la puerta tallada de roble frente a ella, es bastante vieja y pesada pero Jimin está acostumbrada así que no le toma más que un simple movimiento llegar hasta el otro lado de la habitación. Como de costumbre el lugar es silencioso y la iluminación natural del día se cuela amistosamente a través de las cortinas blancas que caen del techo al suelo también hecho de madera, este no es viejo y de hecho reluce bajo la luz.

Sus pasos son relajados y sus ojos miran alrededor sin mucho interés, es la misma vista de siempre, de no ser por la limpieza diaria diría que las cosas nunca se han movido de su lugar.

—No vi a Tiffany en recepción así que decidí pasar.

Ve a Minho, su editor de los últimos seis años, con abrigo azul, camisa impecable y los lentes con marco negro recién acomodados sobre el puente de su nariz. Su expresión dice que está más que acostumbrado a su silencio interrumpido por la llegada no avisada de su escritora favorita —es un secreto, Jimin no lo sabe pero igualmente cree que lo es— deja de lado su café a medio beber y la observa.

—Ambas tienen suerte de que no esté haciendo nada en este momento.

—Nunca estás haciendo cosas, solo lees.

—Y me pagan por eso —dice con simpleza, alzando una mano para indicarle que tome asiento frente a él—. Déjame ver qué es lo que traes esta vez.

—Claro.

Jimin rebusca en el bolso que cuelga de uno de sus hombros y saca el borrador antes de tomar asiento y enseñárselo. Minho toma el folio inspeccionándolo, nota que es el mismo borrador que tuvo entre sus manos hace seis meses debido a que la mitad de él tiene rayones y comentarios adjuntos. No le toma mucho tiempo echarle una mirada completa al trabajo y lo único que se escapa de sus labios al terminar la última página es un suspiro pesado.

—Esto no está sirviendo, Jimin —el borrador cae sobre el escritorio de madera con rigidez—. Es un romance muerto, no tiene alma.

Ante las palabras escuchadas la expresión relajada en su rostro se disipa por completo y el ceño fruncido toma dominio recalcando la confusión en su mirada.

—¿Muerto? ¿Cómo que muerto, Minho? Esto, esto es todo lo que he conseguido hasta ahora, me he esforzado en sacar esto adelante —la ofensa en sus tartamudeos es evidente.

—No, no. Sabemos que puedes hacerlo mejor, eso como está no puede ser publicado, no tiene esencia ni sentimiento, tienes que volver a intentarlo —dice sin interrumpir su postura tranquila.

—¿Y qué se supone que haga? No me quedan más ideas y la gente está esperando.

—Jimin... en un principio pensé que era asombroso ver a alguien escribir romance de la manera en la que tú lo haces a pesar de nunca haberte enamorado. En la actualidad considero que eso es tu mayor maldición, se está convirtiendo en un impedimento para sacar esto a flote.

—¿Quieres que me enamore? —pregunta totalmente desconcertada, entre todas sus respuestas posibles en ningún momento imaginó algo así.

—Necesitas vivir —recalca, sabe bien lo cerrada que es Jimin hacia la realidad que la rodea, pasa gran parte del tiempo imaginando y viviendo dentro de su propio mundo que en ningún momento se ha dado la oportunidad de abrir los ojos y darle un vistazo a lo que tiene delante.

—No fue necesario antes, no tiene que serlo ahora, solo... solo dame más tiempo, dime en qué fallé y lo arreglaré —se levantó del asiento mirándolo a los ojos casi con suplicio.

—Jimin, inténtalo ¿sí? No podrás darle vida a esto si no conoces los sentimientos necesarios.

—Veré qué puedo hacer para darle alma a esto —agarró el borrador y lo metió dentro de su bolso rápidamente para dirigirse a hacia la salida.

WRITING LOVE ๑ WINRINA OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora