Unidos por Dios [Terminada]

🙃Cap 6 [Los nuevos cambios]

Me levanté algo sobresaltada por el sueño que acababa de tener. Mire mi móvil y ví que eran las tres de la mañana. Me levanté de la cama y comencé a orar caminando de un lado para otro. Pedía a Dios fuerzas por si en algún momento devia enfrentar ese sueño

—Porque estás despierta a estas horas?—dijo Nicolás mirandome—Estabas rezando?

—No—dije riendo—Estaba orando—me senté en el sofá y este imitó mi acción

—Pero no es lo mismo—dijo Nicolás

—No—dije yo—rezar es algo que uno Lee en un papel y se repite constantemente pero la oración no, la oración eres tú hablando con Dios

—Para mi es lo mismo todo—dijo este y preferí no explicarle más ya que era normal que el no me entendiera—A propósito ¿Que has hecho con Daniel?

—Porque lo dices?—dije yo mirándolo

—Desde que llegaste a su vida a cambiado—dijo Nicolás—Y siendo sincero me agrada mas este Daniel

—Sabes—dije mirando mis manos—la primera vez que lo ví me pareció alguien extraño y luego en la escuela se comportó groseramente pero al otro día fue diferente, como si dejara ver su verdadera personalidad

—Daniel se volvió frío y distante después de ser despreciado de sus padres—dijo Nicolás—Se volvió así, ahora la única familia que tiene es su tía

—Valla eso no lo sabia—dije yo

—Ahora está cambiando gracias a ti—dijo Nicolás—Por favor no lo lastimes mas de lo que está

Yo asenti y Nicolás se fue a acostar. Me quedé pensando por unos segundos sentada en la cama y luego me acosté. Luego de quedarme dormida sentí que alguien me movía y al abrir mis ojos era Daniel

—Daniel, que pasa?—dije frotando mis ojos

—Coloco su dedo índice en su labio en modo de que no hiciera ruido—Vamos

Me levanté algo confundida y seguí a Daniel fuera del departamento y luego comenzó a caminar y pues lo seguí

—Ha estás horas creo que ya Benjamín no debe estar en tu casa ya que solo falta una hora para la escuela—dijo Daniel—Y creo que seria bueno que regreses con tu abuela que está algo preocupada

—Si tienes razón—dije yo

Ambos caminamos por la calle y la verdad si estaba bastante oscuro. Había un pequeño silencio pero no era para nada incómodo. Escuché un lebe suspiro de parte de Daniel y lo mire, este freno su andar y yo me detuve también

—Arlet—dijo este—gracias por todo, por ser mi amiga y ayudarme a cambiar

—No hay de que—dije yo con una sonrisa

Daniel se acerco a mi y me dió un fuerte abrazo sorprendiendome. Luego de eso se separó y seguimos el camino, al llegar a mi casa me ayudó a subir a mi ventana ya que siempre la dejaba abierta para que entrara algo de aire, una vez adentro me asome a la ventana y le hice una Sena que todo estaba perfecto. Este se marchó y yo me acosté en la cama consolidando nuevamente el sueño; volví a ser despertada por mi abuela la cual me estaba abrazando muy fuertemente

—Arlet no vuelvas hacer eso oiste—dijo abrazándome fuertemente

—Esta bien abuela—dije yo con una sonrisa

Después de varios regaños esta se alegro de que nada malo me pasó. Tiempo después llegó por fin el domingo dónde por fin iba a cantar en la alabanza, me había colocado un vestido muy bonito color morado con una cinta a juego en el cabello. Claramente me fui antes para poder llegar temprano y si era la primera. Me quedé en uno de los bancos orando y sentí que alguien se había sentado a mi lado y me sorprendió ver a Nicolás hay

—No me mires así que el señor de haya—señalo a la puerta dejando entrar a Daniel—no dejo de insistirle. Por cierto lindo vestido

—Gracias—dije riendo

Daniel se acerco a nosotros y mantuvimos una conversación solo hasta que llegó el grupo de alabanza y comenzamos a preparar todo para el culto. Poco a poco las personas fueron llegando y ya por fin estaba pronta la ora de cantar...

Estaba a punto de ir a casa pero Benjamín se aproximó a nosotras

—Puedo hablar contigo Arlet—dijo este y acenti

Pude sentir una mirada algo pesada sobre mis hombros y sabía que era Daniel ya que después de lo que paso, Benjamín volvía acercarse a mi

—Que ocurre?—dije yo

—Queria pedirte una disculpas por lo que dije ese día—dijo Benjamín—Pero de verdad quiero tener una relación contigo y...—lo interrumpí con mi mano

—Escuchame Benjamín—dije algo seria—Eres un gran amigo pero jamás llegué a conocer esa faceta tuya y si fuiste así conmigo por tan solo rechazarte quien me asegura que en un futuro no será peor—dije y sus ojos me miraron y sentía muchas cosas pero no lindas que digamos al mirarle los ojos—Quiero a una persona que me ame y no solo a mi sino a Dios

—Y porque crees que estoy aquí?—dijo este

—Porque intentas conquistarme y no porque quieres una relación con Dios—dije yo—si de verdad me amarás me dejaras en paz

—Eres una...—Benjamin levantó su mano y me dió una fuerte cachetada

No podía creerlo ese niño que conocía que era dulce conmigo ahora se convirtió en un monstruo. Contenía mis lágrimas y sentí que alguien se colocó frente a mi y sentí los brazos de alguien y al ver la cabellera color oro supe que era Nicolás y ví a Daniel frente a mi

—No vulvas a levantarle la mano otra vez—dijo Daniel—Que no te enseñaron a respetar a una mujer?

—Mira quien habla—dijo Benjamín en tono de burla

Sabía que Daniel era de poca paciencia así que me separé de Nicolás y agarre a Daniel del brazo haciendo que ambos chicos me miraban

—Ya vamonos—dije y este asintió poniendo roja la cara de Benjamín

Camine ya iendome y detrás de mi estaban Nicolás y Daniel. Miraba el suelo con algo de tristeza y Nicolás quiso hacer una breve parada en un parque. Nos sentamos en algunos de los columpios sin decir nada mientras estábamos callado. Daniel no dejaba de mirarme al igual que Nicolás y eso me tensaba un poco entonces Nicolás se paró

—Ya está bueno—dijo este—Quiero ver a esa Arlet que estaba en la iglesia sudando y cantándole a ese Dios invisible. Así que vamos—dijo tomando mi mano y me levanto—Asi que dame tu móvil que yo voy a poner una canción

Con una sonrisa le di mi móvil ya desbloqueado. Y puso la primera canción que se apareció y cuando la escuché sonreí. Era la canción "en los Montes en los valles" y este comenzó a improvisar al ritmo de la música y yo le seguí el paso. Daniel se quedó justo donde estaba pero note que sonreía. Al final termine toda agotada pero con una sonrisa en los labios y luego escuché a Daniel decir

—Una vez te dije que mientras estuvieras conmigo solo quería verte sonreír—dijo y se sentó a mi lado—Y quiero que siempre tengas esa sonrisa en tu rostro

Continuara...