Capítulo 1.

753 56 14
                                    

Sunoo abrió sus ojos mientras escuchaba atentamente las palabras que salían de la boca de su mejor amigo. Sus mejillas se tornaron tan rojas, no sabiendo si era por el par botellas de soju que Jungwon trajo a escondidas del pequeño bar de su padre o por las cosas que Won estaba diciendo en ese momento.

La verdad ya ni él sabía cómo es que llegaron a ese tema pero sus cejas se alzaban dejando de lado su libro que se suponía debían de estar estudiando.

–¿Y quien era? –Sunoo curioseó cambiando su posición al acostarse boca bajo junto a Jungwon.

–No tengo ni la más mínima idea. Creo que sólo podía estar concentrado en la sensación. Sunoo, te puedo jurar que se sintió tan real. Ya no había tenido este tipo de sueños desde hace... no sé, ¿años? –Jungwon desvió sus ojos al techo, volviendo a recordar su sueño. Sus pequeños dientes atraparon su labio inferior.

–Entonces, ¿vas a meterla en lugar de que te la metan? –se burló Sunoo al ver a Jungwon apenado.

–Mhm... nunca ha pasado. –Sunoo entrecerró sus ojos como si eso fuese hacer que escuche mejor, pero su mejor amigo volvió a hablar rápido y muy bajo.

–Sigo sin entenderte. –rió.

–Nunca he llegado tan lejos. –murmuro pero ahora más entendible, sus mejillas se pintaron levemente.

–¡¿QUÉ?! –Sunoo brincó en su lugar quedando arrodillado en la cama.– ¿QUÉ?

Llevó sus manos a la espalda de Jungwon y comenzó a zarandearlo, el castaño sólo pudo sostener su cabeza.

–Pero, pero... ¿y Jay? –sus ojos parecerían salirse. Sunoo se detuvo pensando y recordando.– ¿Y el día de playa?, ¿y en el campamento?, ¿en la fiesta?, ¿en todos esos momentos que desaparecías con él? –su voz parecía agudizarse cada vez más. Jungwon gimió tapando sus oídos. Era una tortura.

–Nunca llegamos a eso.

–Increíble. Simplemente increíble. –con movimientos lentos el pelinegro volvió a acostarse pero ahora boca arriba– Impensable.

–Oye basta, ¿por qué piensas así?, ¿y qué te hace pensar que yo sería el penetrado? –Jungwon lo miró retando.

Sunoo bufó burlón.– Vamos. –y procedió a barrerlo con la mirada.

Jungwon jadeo indignado.

–¿Acaso me veo muy pasivo? –sus ojos se llenaron de un terror exagerado.

–Tu silueta es impresionante aunque quieras ocultarla con tu ropa holgada, ¿en serio no eres consciente que tu cuerpo es muy sugestivo para todos cuando usas el uniforme de volley?

Su rostro estaba en blanco, pareciera que Jungwon está desbloqueando un dato informativo del que ahora muchas cosas cobran sentido, como comentarios absurdos que en su momento no entendió que eran en doble sentido, en las miradas, sobretodo en las miradas. Sunoo estiró su brazo alcanzando la botella de soju y sin importarle tomó de ella directamente. Hizo un sonidito desagradable y tragó.

–¿A ti también te gusta mi cuerpo?

Sunoo sintió cómo se le regresaba el líquido. Precedió a toser. Jungwon alzó su ceja izquierda y sonrió de lado. El pelinegro como pudo contestó.

–Mhm... bueno, es lindo... t-tu cuerpo. –agarró aire y sonrió abultando sus mejillas.

Se quedaron en silencio por unos segundos pero Sunoo lo rompió al preguntar.

–¿Nunca has hecho nada con Jay? –volvió al tema aún sin creerlo mirando un punto fijo en el techo.

–Hemos hecho algunas... cositas. –ríe avergonzado desviando sus ojos. Jay era un chico tierno, siempre se preocupaba por él y lo hacía sentir cómodo.

Inexpertos || sunwon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora