Inexpertos || sunwon

Capítulo 2.

Sunoo se sentía sorprendido por el agarre, su estómago cosquilleaba al sentirse dominado, la lengua de Jungwon comenzaba a acariciarse contra la suya desde hace unos segundos.

Se separó abruptamente tomando una bocanada de aire por la falta de éste, tapó sus labios con su mano, sus ojos brillosos mirando a Jungwon.

No lo podía creer aún, su mejor amigo lo había besado apasionadamente. La sensación caliente no se iba de su estómago. Su cara enrojeció al pensar en querer otro beso.

–¿Te gustó? –un Jungwon agitado le preguntó mientras lamía sus propios labios recordando la sensación de hace apenas unos segundos.

Sunoo aún con su mano tapando su boca asintió lentamente. Bajó su mano dejando ver sus labios abultados y rojizos con un pequeño hilo de saliva bajo éstos. Jungwon sintió un tirón en su entrepierna. Maldijo por dentro. ¿Acaso estaba hormonal?

Miró disimulado hacia abajo y notó su semi erección dentro de su pijama. Su sueño de hace días lo tenía destabilizado. Rogaba al cielo que Sunoo no la notara por lo que se enderezó hasta llegar a apoyar su espalda en la cabecera de su cama, alejándose de él.

Sunoo por su parte se hincó sobre las sábanas y precedió a gatear hasta quedar cerca del castaño. Con movimientos cautelosos pero con su pecho aún retumbando agitado inclinó su cabeza llegando a rozar su nariz con la de Jungwon. Soltó una risilla traviesa observándolo a los ojos y volvió a capturar su boca.

Los besos siguieron y sin darse cuenta Sunoo ya estaba sobre su regazo, las manos de Jungwon se habían deslizado por la curvatura de su espalda dónde las dejó un rato sobre sus caderas, pero no lo soportaba más, fue más abajo acunando su trasero entre sus manos y lo atrajo hacia él, ambos gimieron al mismo tiempo, ambos sintiendo una agradable caricia, Jungwon en su miembro con el culo de Sunoo y Sunoo teniendo fricción contra el estómago de Jungwon, éste aunque tenía nula experiencia podía sentir latir su agujero por la excitación, se sentía ambicioso, quería ir más allá.

–¿Y si hacemos que ese sueño tuyo se haga realidad?–Sunoo habló entre suspiros, movía su trasero en un lento vaivén sintiendo el largo del pene de su amigo, quería enterrarlo en él.

Jungwon por su parte apretaba las nalgas de Sun con vehemencia contra él, siempre había sido consciente del culo que se cargaba su mejor amigo, escuchando tantos comentarios sobre ello, pero él era el primero que lo tocaba. Su dedo del medio y anular se hundieron entre sus nalgas sobre su pijama dando simulación de penetrarlo con su mano. Sunoo jadeó, asombrándose por un momento, sus mejillas se tiñeron ahora de un rojo intenso. Ambos se observaban cara a cara, ante sus ojos se desconocían en estos momentos, se sentían en un abismo afrodisíaco, habían sido siempre los mejores amigos, ninguno de los dos se les pasó por la mente que algún día estarían frotándose entre sí, tocándose así, si hubiese llegado alguien ayer y les decían qué estarían haciendo esto en la madrugada siguiente ambos llorarían de la risa, sin embargo ahí estaban, gimiendo y jadeando con los roces, vaya que lo estaban disfrutando.

–Quiero metértela, Sunoo.– sus dedos frotaban a Sunoo sobre su ropa. Gimiendo y con ojos llorosos su mejor amigo guiaba su culo hacia su mano. Jungwon sonrió de lado, parecía que estaba en celo. Ahora culpaba completamente a su sueño húmedo que en estos momentos su mente le estaba proyectando pero en esta ocasión con una cara conocida, esa persona misteriosa tenía la cara de Sunoo.

Volvió en sí cuando sintió la suave mano de Sunoo dentro de su ropa interior, soltó un suspiro dejando sus ojos medio abiertos. La temperatura de su palma era enloquecedora, las manos de Sunoo siempre eran cálidas, pero en estos momento su toque se sentía el mismísimo infierno.
Miró a su rostro y su ceño medio fruncido con sus labios entre sus dientes le decían que estaba concentrado. Un espasmo llegó a Won cuando Sunoo hundió su pulgar en el glande.