El Final de los Tiempos || Dark! Reverse Harem Various x Reader

CHAPTER FIVE

"¿Para qué son esos?"

Le preguntas a Rowan después de que te entregó dos diarios, uno es verde oscuro y el otro es azul oscuro.

En el verde, el nombre 'Laylit' está grabado en la portada, mientras que 'Kyalit' está grabado en el azul.

"Esos diarios pertenecen a los antiguos gobernantes-" lo interrumpiste.

"Lo sé, quiero decir, ¿por qué me diste esos diarios?" tu asesor levanta una ceja.

"Usted fue quien me los pidió la semana pasada, ¿no lo recuerda?"

Asientes lentamente con la cabeza, encantada por la cubierta de los diarios y cómo cada uno está decorado de manera diferente.

"Oh, sí, ahora lo recuerdo" mientes en voz baja.

Mientras hojeas las páginas solo para descubrir que hay páginas recortadas del diario de Kyalit.

"¿Qué pasó con esas páginas?"

"Se dice que el antiguo emperador los eliminó por razones personales desconocidas"

La respuesta te hizo sentir más curiosidad por su razonamiento.

Tienes la sensación de que esas páginas eliminadas podrían haber continuado con algunos pensamientos oscuros.

"Parece que David no pudo hacer nada después de todo"

Rowan cambia de tema y menciona al emperador del oeste de la nada, sacándote de tus pensamientos.

Ha pasado un mes desde que falleció la madre de David y su amenaza de tener una guerra después de que usted rechazó su propuesta de matrimonio.

Incluso si aceptaras su propuesta, todavía habría una guerra porque ni él ni tu pueblo aceptarán tal traición.

E incluso si lo aceptan, no puedes simplemente casarte con un hombre que mató a su propia madre.

Si David le hizo eso a su madre, la que lo parió, la que lo hizo un gran rey, la que impulsó su popularidad entre los pobres.

¿Qué te hará a ti?

"No te confíes tanto, estoy segura de que no trama nada bueno" afirmas.

"No te preocupes mi reina, estamos preparados para sus tácticas sucias" le sonríes a Rowan mientras se acerca a ti.

"¿Rowan?"

"Mantén tu distancia alejada de mí, y conoce tu posición, eres sólo mi consejero, es por tu bien"

Su expresión se vuelve de sorpresa.

"¿Me está amenazando?"

Su tono no era de enojo sino de tristeza y sorpresa.

"No, lo digo para no arruinar tu reputación y la mía" explicas.

"¿Estás haciendo eso para protegerme?"

"Sí"

Mientes, esperando que él lo crea y te deje en paz.

Pero en cambio, le dio más confianza.

"No" dice con severidad.

"¿Disculpe?"

"Siempre obedezco tus órdenes, pero esta es la única vez que no lo haré"

Él toma tu mano suavemente y besa tu frente, antes de alejarse y sonreír dulcemente.

"Nunca la perderé de vista, majestad"