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Jungkook entró a la universidad.

Caminando por el pasillo para
llegar a su casillero, se dio cuenta
que el día de San Valentín apestaba
en ese lugar. Las parejas a su
alrededor se besaban, abrazaban,
sonreían y reían. Los personas
se acercaban sigilosamente a
sus novias o novios, dándole
flores o chocolate por detrás, o
colocándoles collares en el cuello,
mientras los demás arrullaban o
lloraban.

Jungkook solo puso los ojos en blanco.

Cuando sonó el timbre, todos se
separaron de su otra mitad para ir
a clase y alardear de lo que habían
obtenido. Él cerró su casillero y se
dirigió a clase.

El resto del día transcurrió en un
borrón de parejas actuando más
sensibles que de costumbre. Estaba
aliviado de que esta fecha solo
vinieran una vez al año. No podría
soportarlo si fuera más.

Cuando finalmente terminaron las
clases, Jungkook guardó sus cosas
y se dirigió a la salida más cercana.
En su camino, estiró el cuello, tratando
de encontrar a la única persona por
la que tan ansiado estaba de salir.

Su Jimin.

Jungkook siguió buscando, hasta que
se encontró con ese par de ojos verdes
conocidos. Él le sonrió y su novio le
devolvió con esa sonrisa que podía
detener los latidos del corazón
de Jungkook. Se abrió paso entre la
multitud de estudiantes y corrió
hacia el contrario quien estaba
apoyado contra su motocicleta.

Jimin tuvo el tiempo justo para
zafarse del casco antes de que
Jungkook se arrojara a sus brazos,
aplastando sus labios contra los de
él. Jimin agarró su pequeña cintura
y lo atrajo hacia sí, profundizando
el beso. Cuando se alejaron, le
susurró a Jungkook que se diera la
vuelta.

El castaño adoptó una mirada
confundida, pero hizo lo que le
decía. Jimin sacó suavemente una
pequeña caja blanca de su bolsillo,
la abrió y sacó la pequeña cadena,
colocándola alrededor del cuello
del más bajo.

Jungkook jadeó.

-Jimin, es hermoso-
susurró, sus ojos rasgando un
poco el costoso collar que ahora
colgaba y tocaba su piel. En él,
había un dije con la letra "JK"
dentro de un pequeño corazón.

Jungkook no pudo evitar reaccionar de
forma exagerada. Era su naturaleza
hacerlo. Jimin sonrió, girándolo
para tenerlo de frente.

-Igual que tú- dijo,
ganándose una sonrisa con ojos
llorosos del pequeño y hermoso
castaño que sostenía entre sus
brazos.

Antes de darse cuenta, sus labios
estaban sobre los suyos, y Jimin
no perdió tiempo en devolverle el
beso.

Jungkook todavía pensaba que el Día
de San Valentín era estúpido. Pero
Jimin siempre lo hacía felíz y eso
era motivo suficiente para tener un
amor y odio con esa festividad.






it's simple to love you 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora