fin

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- Hyunjin - susurró.

Hyunjin cayó al suelo, tenía sangre en su abdomen, había recibido un disparo. Felix estaba en shock, no sabía qué hacer.

- Lo siento - se dio la vuelta y salió corriendo, dejándolo solo.

- Hyunjin, tranquilo, todo va a estar bien - acarició su rostro.

El pecoso no paraba de llorar y tiritaba. La persona, la única persona que amaba en este mundo, lo iba a dejar. No soportaba esa idea, no quería eso. ¿Qué haría si eso pasaba? ¿Por qué Dios era tan cruel? ¿Por qué quería arrebatarle todo lo que lo hacía feliz?

- Hyunjin, lo siento tanto, todo esto es mi culpa - entre sollozos - Si no hubiese venido, esto no hubiera pasado.

- Tranquilo, esto no es tu culpa - levantó su mano para acariciar las mejillas del pecoso - Te amo, Felix - sus ojos se fueron cerrando lentamente.

- Hyunjin, ¡no, por favor, no me dejes! -

Lo movía para que volviera a abrir los ojos, pero nada, Hyunjin no los abría. Afuera se empezó a escuchar el ruido de una sirena, los vecinos habían llamado a la policía por el ruido del disparo. Entraron a la casa y se encontraron a los dos chicos.

- Por favor, ayúdenme, no abre los ojos.

Rápidamente, uno de los policías se acercó para ayudarlo, mientras que otro llamaba una ambulancia, la cual no tardó mucho en llegar. Lo subieron rápido para ir al hospital. Al llegar, lo metieron rápidamente a la sala de operaciones.

Me quedé afuera esperando. Los minutos parecían horas y las horas eran años. Quería verlo, quería saber cómo estaba, pero nadie me decía nada, solo me decían que tenía que esperar. Policías vinieron a pedir mi testimonio para saber qué había ocurrido, ahora están buscando a mi padre.

Todos esos momentos con él, mi primer amor, su todo, lloré aún más. No quería perderlo, ahora no quería perder a alguien a quien amaba. Quería tener una vida feliz con la persona que quería. ¿Por qué tenía que pasar esto? ¿Por qué no podía tener mi final feliz?

Una enfermera salió y se acercó.

- ¿Eres familiar de Hyunjin?

- Sí, ¿cómo está? ¿Está bien?

- Sí, no te preocupes, lo vamos a tener en observación esta noche para ver que todo esté bien. Deberías ir a tu casa a descansar por hoy.

Sin más que decir, se fue dejándome solo. ¿Casa? Pero yo no tengo casa. Fui hasta el baño para limpiar mis manos, una con sangre. Al verme en el espejo, mi cara estaba con manchas de ella. Me lavé las manos y la cara para luego irme.



Felix entró al departamento, estaba oscuro y frío, se sentía vacío. Subió a la habitación donde dormía con Hyunjin y se recostó en la cama. Aún podía sentir su olor, su perfume. Quería poder verlo, tocarlo, abrazarlo. Lo extrañaba, se había acostumbrado tanto a estar siempre acompañado del rubio que ahora no podía estar solo.

- Todo esto es mi culpa - susurró a sí mismo con lágrimas.

Felix no paraba de echarse la culpa. Si él no hubiese ido, no habría pasado esto. Si no hubiese aceptado la ayuda que Hyunjin le ofreció, él no estaría sufriendo ahora. No habría pasado nada de esto, todo era su culpa.

Lloró toda la noche hasta quedarse dormido sin darse cuenta.


Los rayos del sol daban en sus ojos hinchados, se removió para luego levantarse y darse una ducha helada. No le importaba que hicieran menos de 9°, lo necesitaba. Salió y se puso una remera del rubio que aún tenía su olor. Bajó, agarró su celular para luego poder salir e ir al hospital. Al entrar, se encontró con la doctora.

- Hola, pequeño.

- Hola, ¿cómo está Hyunjin?

- Él está bien, puedes ir a verlo. Ven conmigo - el pecoso la siguió y subieron al ascensor.

Salieron y se dirigió a la puerta del cuarto.

- Puedes entrar, él ya despertó.

Sin más que decir, se fue dejando solo al pecoso asustado. Tenía miedo de verlo. ¿Y si le decía que no quería saber nada de él? ¿Y si ahora lo odiaba por lo que había pasado? No quería perderlo. Dejó de pensar y entró. Pudo verlo acostado con muchos cables por su cuerpo, se sentía tan culpable.

- Felix - intentó levantarse para ir hasta él.

- No te levantes, te lastimarás - se acercó para detenerlo.

- Pensé que te había pasado algo - lo abrazó.

- Hyunjin, tenía tanto miedo de perderte - le correspondió el abrazo mientras lloraba - Perdón, todo esto es mi culpa.

- No, no es tu culpa, nada de esto - levantó su cara para verlo - Y además, ya te he dicho, Lee Felix, no me alejaré de ti en ningún momento. No podrás deshacerte de mí fácilmente, mi ángel.

- Quédate conmigo, Hyunjin.

- Me quedaré contigo para siempre, Felix.



Fin














Hola gracias por leer esta historia espero que les allá gustado

Realmente quería que fuera una historia con un final triste pero muchos de ustedes no querían eso si que le di este lindo final

Perdón si hay faltas de ortografía

𝑫𝒆𝒋𝒂𝒎𝒆 𝑨𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓𝒕𝒆 (𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝟏) 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora