Amor al medicamento

Sentimientos confundidos

Ibuprofeno:
"Otra aburrida clase... por suerte me siento al lado de la ventana, así que puedo mirar el bello paisaje de mi ciudad para no tener que escuchar al profesor."
Ibuprofeno estaba bastante distraído como siempre, se encontraba perdido en el bonito paisaje, sentarse al lado de la ventana no era buena idea. Empezó a observar el insípido salón, girando lentamente su cabeza, hasta que noto a su compañera, Aspirina observándolo detenidamente, este no supo cómo reaccionar, ya que
era quien el ha estado enamorado por tanto tiempo, por lo que quedó perplejo, ¿por que lo querría mirar tanto, o simplemente esta tan distraída como el?, no supo que hacer aparte de una extraña mueca, no fue la mejor opción ya que rápidamente reaccionó escondiéndose detrás de un libro.

"¿Aspirina estaba mirándome? Con su cálida mirada y sus preciosos ojos de avellana, no creo que sea el caso, tal vez estaba perdida en sus pensamientos. Pero creo que la asuste por reaccionar así, que tonto soy, dios."
La clase continuó con normalidad, pero llegó la directora interrumpir a la tranquila clase, este noto de inmediato que venía un chico detrás de ella, no podía dejar de observarlo, había algo en el, tal vez sean sus misteriosos ojos, o su delicado cárdigan verde lima, pero se encontró perdido en sus misteriosos ojos.

"Hay algo en sus ojos.. en su mirada que me cautivan. ¿Que será?... no.. puedo dejar de contemplar aquellos ojos... amarillos, como el sol, que extraño."
Se decía a si mismo Ibuprofeno, mientras la directiva hablaba sobre el nuevo integrante del curso.

Directora:
"Muy bien, vamos, preséntate por favor."
Esta le dio el pase al chico misterioso.

"¡Hola!, mi nombre Paracetamol, un gusto conocerlos a todos, espero que nos llevemos muy bien." Todos le hicieron un gesto de aprobación mientras que Ibuprofeno, no podía dejar de observar aquellos ojos, Paracetamol mientras observaba a su nuevo curso notó la clavada mirada de deseo por su compañero, un chico de mechones claros, pues era bastante blanco. Trato de no hacer ninguna expresión, como que no se dió cuenta, pero a decir verdad, le llamo mucho la atención este pálido chico.
Luego la directora le indicó que se sentará delante de él, y está se retiró del salón.

"No puedo creerlo, no pude quitar la mirada a Paracetamol, claro, ahora creerá que soy un pervertido, ¿no?. Más encima, se sentará delante mío, espero que olvide lo sucedido, que vergüenza ."

Las clases continuaron con normalidad, pero aún no podía dejar de pensar en esos ojos amarillos, le cautivó esa mirada. Se intercambiaron miradas durante la jornada y se olvidó completamente de Aspirina.

Fin de la perspectiva de Ibuprofeno.