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En el momento en que se conocieron, su relación iba viento en popa. Yoongi era reservado, pero no quitaba que tuviera sus momentos románticos y sus atenciones. Amaba a JungSoo, su cariño era profundo y sincero. A pesar de eso, las relaciones a veces se desgastan, o pasan cosas donde se alejan. Otras veces, se dejan llevar por la tentación.
Cuando JungSoo conoció a Jimin, su mundo se iluminó. ¿Cómo no caer por ese hermoso sujeto? Primero fueron conocidos, después amigos... Y un día ella pecó, y cayó en sus brazos.
Ahora su corazón estaba dividido entre dos hombres. Y Yoongi no era ningún tonto, se daba cuenta de las cosas, pero no quería verlo. Quería saber quién era el sujeto que le había robado el corazón a su novia.
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La relación de Hoseok y SunMi parecía soñada. Él era un muchacho muy alegre, era un Golden retriever como muchos dicen, y los dos parecían llevarse muy bien juntos.
Un día, la relación se fue a pique. Sunmi no lo controló. Cuando conoció a Namjoon, cayó perdidamente enamorada de él. Y no hubo vuelta atrás, había empezado a engañar a Hoseok y él no era idiota, lo notaba.
¿A quién amas? Se solía preguntar Hoseok, sin tener respuestas.
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Esa tarde ella había salido, con alguna de sus excusas baratas para no tener que lidiar con las sospechas de su novio.
Ahí estaba él, esperándola en dónde habían quedado. Miraba de un lado a otro esperando que llegara, mientras fumaba descaradamente un cigarro. El humo salía de su boca de una manera completamente sensual. Hasta que sus ojos divisaron a la chica por la cual le daba igual arriesgar todo.
— Hey, bonita ¿No me saludas? —preguntó a su amante, apenas la tuvo al lado.
