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Estar bajo la mirada de tres personas no es fácil, Seungmin puede ser paciente y aceptar que lo traten como a un niño, pero no puede soportar el confinamiento, el no poder salir de una habitación lo pone nervioso y lo hace sentir como un ave enjaulada. Al menos con Dowoon tenía un gran espacio para poder moverse con libertad, y podía estar solo, con Hyunjin y Chan no, ellos siempre tienen que estar sobre él observando cada movimiento.

Intenta fingir que no le molesta, y es más fácil cuando está con Minho porque realmente le agrada, Minho es una persona dulce y tranquila que lo distrae un poco de su encierra, y que no está mirándolo a cada segundo, en cambio, siempre siente la mirada de Hyunjin sobre él, y cuando se digna a voltear para mirarlo comprueba que es cierto, lo mismo pasa con Chan, y es tan estresante que siente como si no pudiera respirar.

—¿Qué más recuerdas, Min?— pregunta Minho sin mirarlo.

Seungmin no es bueno para mentir, realmente no lo es, estado con Dowoon nunca tuvo que hacerlo, ambos manejaban secretos y ocultaban cosas para no mentir, quizás es por eso que siente una molestia en la columna cada vez que dice una mentira, es involuntario, quizás su nerviosismo lo traiciona y le da ese malestar.

—Muy poco.— Responde con la verdad. —Recuerdo cosas muy pequeñas.

—¿recuerdas cuando vivíamos en... el otro lugar?— Minho casi susurra.

—¿Qué otro lugar?

Seungmin alza la mirada un poco confundido, sabe que el otro lugar pueden ser muchos lugares; desde la ciudad cuatro hasta su verdadera ciudad natal, por lo que no entiende del todo a lo que Minho quiere referirse. Lo peor es que Hyunjin y apenas y adentró en detalles, y guardó muchos secretos a pesar de que habían estado claros en contar la mayoría.

—Donde naciste...

—Ah, eso. Recuerdo cosas vagas, como los túneles, la ciudad, los militares. Cosas pequeñas.

—¿recuerdas mi departamento? ¿tu casa? Min ¿recuerdas tu casa?

Seungmin mira a Minho por largo segundos, claro que no recuerda su casa, Hyunjin apenas y le contó sobre ella, solo mencionó que debía ser pequeña y demasiado pobre como para ser considerado casa. Y aunque intenta buscar en cada parte de su mente no encuentra respuesta, no hay ninguna imagen que le grite "casa" y no sea donde vivía con Dowoon. Simplemente no hay nada. Y quizás nunca lo habrá.

—No.— Responde desviando su mirada hasta clavarla en el juego de mesa que hay sobre la camilla. —Quiero salir de aquí.

Se levanta de un salto y comienza a buscar su ropa por todos lados en la habitación, recuerda que Dowoon tomó sus cosas y se las llevó diciendo que iba a cuidarlas, pero desde entonces Seungmin no las ha visto y eso hace que piense peor acerca del encierro, es como si en realidad lo tuvieran en cautiverio. La bata de hospital es horrible, incomoda y definitivamente no quiere usarla más tiempo, si Chan dijo que estaba bien entonces Seungmin puede salir.

—¿Qué buscas?— pregunta Minho.

—Mis cosas. Quiero ropa, detesto la bata de hospital.

—Oh, Chan esconde todo en su oficina, quizás estén ahí. —Minho se pone de pie caminando hasta la puerta. —Iré por ellas, espérame aquí. No te vayas.

Seungmin asiente quedándose de pie en medio de la habitación, Minho sale de ella. No se irá, no va a escapar como cualquier niño pequeño queriendo salir a jugar, él va a esperar tranquilamente a Minho y tendrá sus cosas de regreso, en cambio examina bien la habitación de esquina a esquina. Entonces, cuando escucha la puerta abrirse de nuevo y Minho aparece con la pequeña maleta Seungmin le sonríe y la toma, la abre tan rápido como puede y examina que todo esté ahí.

Perdido;승황Donde viven las historias. Descúbrelo ahora