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–¿Se siente bien? Ha estado mirando su comida hace media hora.– No se había dado cuenta de ello, solo estaba pensando ¿Tanto tiempo lo estuvo haciendo?

–Lo siento, es solo que he tenido un mal día.

–Avíseme si es que va a comer, si no para retirarle y entregarle la cuenta.

–Dame la cuenta ahora, por favor.

Eran quizás las 20:30, no tenía ganas de revisar la hora. No hacía tanto frío, afuera se sentía fresco, así que tomó camino y llegó hasta un parque. No lo había visto nunca, pero no se veía tan mal para ser invierno, quizás podría volver cuando todo florezca.

Veía a su alrededor, se sentía vacío. Su padre lo había sido todo para él, era el que siempre lo había ayudado, él era quien siempre lo había aceptado, a diferencia de su madre. Se sentía tan afectado por la muerte de él, pero tenía que seguir siendo fuerte, tiene que seguir estudiando una carrera que ni siquiera que le interesa porque era el sueño de su padre.

Sus supuestos amigos lo habían dejado porque ya no les quería prestar dinero, eran unos interesados de mierda, y siempre lo supo pero le tenía tanto miedo a la soledad que no lo quería admitir.

El abrigo que llevaba era tan ligero que al poco rato comenzó a sentir frío. Se levantó de la banca en donde estaba y se dirigió a un pequeño café que había abierto hace poco, tenía que seguir estudiando.

El café tenía un interior que se sentía acogedor, con paredes rosas y un par de plantas que le daban más color al lugar. Habían unos pocos empleados, pero quizás estaba cerca de cerrar.

–Hola, buenas noches ¿Qué va a pedir?– Un chico de facciones finas y un hermoso hablar se encontraba de cajero.

–Un Iced Americano, por favor.

–Bien, serían ₩4.700. Le avisaré cuando esté listo.

–Gracias.

Pagó y se fue a sentar en una de las mesas cerca de las ventanas, le agradaba ver las calles de noche, las grandes cantidades de luces le recordaban a las estrellas que hace mucho no veía. Extrañaba ir a las afueras de la ciudad y poder observarlas a gran detalle. Hace poco había conseguido lentes por su miopía, así que deseaba volver y sentirse envuelto por un manto estrellado.

De un momento a otro vió como su café era dejado en la mesa. –Que lo disfrute y ojalá vuelva pronto.– Una sonrisa adornaba sus palabras.

Por mera curiosidad revisó el nombre del chico frente a él. "Lee Minho" era lo que decía en su uniforme. "Lee Minho"... Tal vez el nombre más hermoso que había escuchado.

Bien, sabe de muchas personas con ese nombre, pero el más hermoso de ellos era el que estaba ahí, devolviéndose a su puesto, con unas vibras que encantaron completamente a Jisung.

No sabía si estaba más despierto o somnoliento después del café, pero el frío ambiente fuera de la cafetería lo despertó completamente.

Tenía que volver a su departamento a estudiar, no tenía ganas, pero tenía qué.

En el camino un gato negro se le cruzó. Se supone que eso te daba mala suerte, pero él no creía eso. Le daba tanta pena que los dejaran de lado y por supersticiones.

Ese gatito lo siguió hasta la entrada de su departamento, donde se fue corriendo hasta que se camufló con la noche.

En tanto entró a su departamento se olvidó que debía estudiar. Cayó con cansancio a su cama, sin siquiera cambiarse, y se durmió profundamente, durmió más profundo que en mucho tiempo.

Seriamente pensando en si dejarle un final feliz

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Seriamente pensando en si dejarle un final feliz

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2023 ⏰

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Winter - [minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora