Samantha Osborn, una científica joven y brillante se encontraba investigando sobre un material extraño que según sus colegas no era de la tierra hasta que noto la hora y supo que era demasiado tarde para su otro trabajo así que se despidió rápido y salió del edificio
-Mierda, mierda, mierda- repetía bajo de camino hacia su departamento
Busco las llaves por su mochila y su bata que no había notado que aún la tenía puesta, hasta que de tanto buscar la encontro en un bolsillo pequeño de su mochila
Rápido ingreso a su pequeño hogar y fue a por su traje
Con el traje puesto salio del departamento, corrió hacia la terraza del edificio, camino hacia el borde y...
Salto..
Luego de unos segundos de caer, lanzó un hilo de telaraña comenzando a balancearse por la ciudad, iniciando su vigilia por el lugar
-que tranquilo, es muy raro para ser miércoles..tengo hambre-
Lo decía por qué los miércoles eran los días en los que muchos ladrones y malvados atacaban
-debí comer algo antes de salir-
Ser una heroína le parecía estresante, aunque ese era el papel que le había tocado y no podía hacer nada para cambiarlo, eso pensaba la joven
-¡tenia pastel de miel en el refrigerador!-
Tanto su vida normal como su vida secreta como la gran Spiderwoman, eran estresantes para ella, salvar personas casi toda la noche y luego ir a trabajar, incluso lo de héroe lo hacía en el día mientras tenía su hora de trabajo como científica, en fin, todo eso la tenia casi muerta, "casi" por qué ya estaba un tanto acostumbrada
-... quiero tragar!!-
...
No había ningún villano por la ciudad, eso la extraño más y decidió estar atenta
—OYE LADRON REGRESA!!!—
Vio al señor de una tienda tratando de perseguir a un hombre vestido de negro y que traía una maleta en manos
—no se preocupe señor! Yo me encargo—
La joven siguió al tipo que era rápido aunque no tanto para ella que lo alcanzó y lo enredo con sus redes a un poste y luego de unos segundos vino el señor de la tienda y dos policías
—muchas gracias jovencita! Cuando quieras puedes tomar lo que sea de mi tienda—
—no es para tanto señor pero acepto su oferta— miro al ladrón y luego a los oficiales —hasta pronto señores—
De nuevo se balanceaba por la ciudad, se sentía cansada pero ya se había alejado de casa demasiado
Decidió descansar en la cima de un edificio aunque su paz no le duró mucho que digamos
—¿¡Terremoto!?— exclamó confundida por el edificio que tembló y pensó que se iba a derrumbar
...hasta que algo inusual apareció arriba de ella, ¿un portal? Bastante colorido
—esto..que coño es eso!?—
Un viento sobrenatural la empujaba hacia el portal, Sam trato de resistir agarrándose del barandal pero poco a poco se fue debilitando su agarre
Y así fue como ella se soltó y entró al extraño portal que la escupió en la cima del edificio, pero había algo extraño, ese no era el edificio en donde había estado, miro su alrededor y noto que no se parecía a su ciudad
Miro un letrero que decía
Ciudad Gótica
—que rayos es este lugar?—