ＤＯＸＥＯ | ʰᵉᵉʲᵃᵏᵉ AU

10

Había llegado el día. El día en el que el proyecto de tercer grado se llevaría a cabo. Los nervios y la expectativa flotaban en el aire mientras los estudiantes se reunían en la cancha, el lugar donde se haría la entrega de cartas. El evento había sido planeado durante semanas, y al fin todo estaba listo para tomar forma.

Habían pasado ya siete días desde que Jake y Heeseung hablaron, y aunque ambos intentaban seguir adelante con sus días, había pensamientos extraños rondando sus mentes. Especialmente para Heeseung, que no podía evitar pensar en algo más… o más bien, en alguien más.

Heeseung... no dejaba de recibir mensajes. Aunque ya no les daba tanta importancia como antes, el hecho de que las personas dejaran de enviar cartas directamente a su casa le alivió mucho. Agradecía que, finalmente, la gente había dejado de acosarlo tan abiertamente.

—¡Heeseung! ¡Aquí! - Gritó Jay desde las gradas, haciendo que Heeseung levantara la vista y lo buscara entre la multitud.

Se encontraba al frente, dispuesto a llamar nombre por nombre de los estudiantes que recibirían sus cartas. A su lado estaban Wonyoung, con una espléndida sonrisa en su rostro, y Jake. Aunque estaban al lado, ninguno de los tres intercambiaba miradas. Estaban allí por trabajo, no por amistad.

—De acuerdo, alumnos... Chicos, ¡silencio! - El director se acercó al micrófono con voz fuerte, intentando llamar la atención de todos los presentes. — Agradecemos su cooperación. Tanto yo como los estudiantes a cargo de esta actividad estamos muy agradecidos por su participación.

Heeseung rodó los ojos, sabiendo que el director jamás hubiera participado si no le hubieran suplicado para que lo hiciera. Y ahora, ahí estaba, queriendo llevarse todo el crédito.

Ya saben la dinámica, sacaremos las cartas y se las entregaremos. Ustedes deciden si pararse y leer lo que dice la tarjeta frente a todos o quedarse con ella para ustedes, lo cual me parece una mejor opción porque no podemos tardar demasiado con esto. - Los estudiantes empezaron a quejarse, gritando y comentando entre ellos, haciendo que Heeseung frunciera el ceño.

Ese hombre era más irritante de lo que parecía.

—Ahora le daré el honor a nuestro mejor estudiante, Lee Heeseung. ¡Un aplauso!

Los aplausos llegaron rápidamente, y Heeseung se levantó de su asiento, dirigiéndose hacia el micrófono con una sonrisa bien ensayada. Aunque estaba acostumbrado a estar en el centro de atención, esta vez algo lo inquietaba. Tal vez era el miedo a que esa persona estuviera allí, entre la multitud, observándolo.

—Muchas gracias, señor director. Sin más preámbulos, ¡comencemos! - Dijo Heeseung, intentando mantener la calma mientras comenzaba a sacar cartas y llamar nombres. Algunos se paraban a leer las cartas frente a todos, otros preferían quedarse en silencio, dejándonos con la duda de lo que decía cada mensaje. La dinámica iba bien, era entretenida, y por un momento Heeseung se sintió aliviado.

—Bien, siguiente tarjeta... Lee Hee...seung. - Heeseung soltó una pequeña risa nerviosa. Sabía que este momento llegaría, pero de alguna manera le parecía gracioso, al menos para él. Y parece que a los demás también les divertía.

—Bien... ¿La leo? - Preguntó, sintiendo cómo todos gritaban un rotundo "¡Sí!". Con un suspiro, Heeseung abrió la carta y empezó a leer.

“Lee Heeseung. Me gustas más de lo que podría describir, siempre estás en mi cabeza, desde el primer día en que me brindaste tu apoyo. Gracias por ser como eres, te admiro... Podría decir que estoy enamorado de ti, pero no tengo el valor de decirlo de frente. Pero estoy más cerca de lo que crees...”