Una colaboración entre yo su escritora y mi hermano Efrén, hicimos un personaje al cual le hemos tomado un cariño espectacular y prometí hacerle una historia hace más de 5 años.
Esta historia originalmente la comencé a escribir en mi cuenta secundar...
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El sonido de la música en mis audífonos me hacía estremecer mis sentidos, demostrando únicamente mi agrado moviendo las yemas de mis dedos al compás de la canción, la calle era mía, completamente mía, no importaba el incendio de tras mío, uno donde el fuego no se apagaría hasta que esté hubiese terminado con los cuerpos de corazón impuro, un fuego de color violeta que ni el frío del antártico podría apagar.
Muy a lo lejos escuchaba las sirenas de los vehículos policiacos y el sonido de los Bomberos pero ya nada era importante pues él a venido por mí. Él espera con los brazos abiertos para llevarme directamente al infierno. El odio se convirtió de poco en una sonrisa siniestra, la sangre sobre el suelo era mi alfombra roja.
Por fin me sentí lleno de vida, por fin después de tanto tiempo en la miseria me sentí perteneciente a un mundo, un mundo que prometía ser mi desgracia y mi bendición al mismo tiempo.
Nadie puede ser feliz, nadie es de corazón puro. Nadie obra de buena manera solo por qué si.
"Dios" creó al hombre y creó a la mujer, Dios creó todo en el suelo, lo que vuela en el cielo y las criaturas del mar. Yo soy su creación, culpo a Dios de mis desgracias, culpo a Dios por hacerme de un corazón tan estúpido. Dios creo todo en el universo y ciertamente si creó todo lo bueno, también creó todo lo malo.
Ahora tomaré el lugar que me corresponde, tomaré el lugar que Dios decidió darme.
Y ah pesar de ya no tener uno de mis ojos unido a mi cuerpo, ahora más que nunca podía ver las cosas más claras, sentía ese cosquilleo recorrer mis venas, tenía ese deseo de ir por más. Zalgo es mi amo, Zalgo siempre estará conmigo, Zalgo es aquella representación masiva de lo que yo haré poco a poco.
