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〘 SLEEPWALKER / Dre4msCometrue 〙

Era aún muy temprano por la mañana cuando Jeongyeon bajó de su automóvil frente al gran edificio donde vivía su único hijo. El sol a penas estaba mostrando sus primeros rayos, y los pájaros comenzaban con sus primeros cantos. Fue un viaje algo largo desde la otra ciudad hasta ésta, pero siempre valía la pena soportarlo si se trataba de su siempre pequeño bebé.

Intentó llamarle varias veces antes de llegar, pero ninguno de los dos respondía a sus mensajes y llamadas. Eso era muy extraño ya que siempre le respondían al poco tiempo o casi de inmediato, por lo que no pudo evitar preocuparse. Si bien le había dicho hace unos días que estaría allí el fin de semana, por suerte el trabajo avanzó rápido y pudo venir antes.

Al llegar al edificio pudo notar que algo andaba raro cuando ingresó y se encontró a algunas personas que reconoce como inquilinos del lugar, rodeando al hombre que reconoce como el encargado del mismo. Parecían algo molestos, pero no quiso detenerse a escuchar cuál era la queja. Caminó hacia el ascensor, hasta que prestó atención al lugar con más detalle y se dio cuenta de que ninguna luz estaba encendida.

Entonces se dio cuenta de que ese era el problema.

Cambió su ruta hasta las escaleras de emergencia, las cuales seguramente iba a dejarle un dolor de pies terrible por los zapatos que trae puestos, pero necesitaba verificar que todo estuviera bien con respecto a su hijo y Jungkook. Le tomó su tiempo y energía llegar al séptimo piso, encontrarse con algunos vecinos que la saludaron al ya conocerla, y un desagradable sentimiento al también haberse cruzado al chico rubio del octavo que tanto daño le hizo a su hijo.

El chico la reconoció y pasó a su lado mirándole con altanería, como si ella le hubiera hecho algo malo, cuando la única persona que le ha hecho un mal a otra, ha sido él. Intentó ignorarlo y ni siquiera darle una mirada, y lo consiguió hasta estar finalmente frente a la puerta de su hijo.

Utilizó sus llaves para ingresar y se encontró con todo el lugar obviamente un poco a oscuras, de no ser por los grandes ventanales que iluminaban todo el ambiente, estaría completamente a oscuras. Se quita los zapatos que comenzaron a causarle un pequeño dolor en sus tobillos, e ingresa dejando su cartera sobre la mesa del comedor en lo que se dirige a la habitación de su hijo.

Toca algunas veces y espera una respuesta, pero nunca recibe una. Toca de nuevo, y nada. Decide probar si no se encuentra con llave, y al confirmar que no, ingresa pero se encuentra con una cama vacía y hecha. Aquello le parece extraño, mucho, por lo que se apresura en ir hacia la otra habitación con algo de prisa. Necesita saber que ambos están bien y que nada malo a ocurrido.

Al abrir la puerta, se encuentra con una imagen que en vez de calmarla, solo logra alterar todo su sistema y casi hacerle gritar. Su hijo está ahí, durmiendo junto al azabache en posición de cucharita, siendo éste último la cuchara grande. Ambos están cubiertos hasta el pecho, pero el brazo del menor sobresale al estar abrazando la cintura contraria. Parecen estar durmiendo muy profundamente, pero sobre todo muy a gusto.

Muchas emociones surgen en ella, le provocan algunas lágrimas porque ella sabe perfectamente lo que significa que su hijo se encuentre de esta forma. Ha pasado mucho tiempo desde que le ha visto tan cercano a otra persona, desde que le ha visto tan sano y activo. Lleva un tiempo sospechando sobre la clase de sentimientos que su hijo podría estar sintiendo por el menor, pero esto confirma que no se ha equivocado.

Una madre conoce bien a sus hijos, no se les escapa absolutamente nada.

Los videos y las fotos que Jungkook se encarga de enviarle cada cierto tiempo porque sabe que le gusta verlo cada vez mejor, le han hecho pensar en que esa mirada nunca antes la ha poseído. Ni siquiera al mal nacido de su ex pareja miraba como le mira a Jungkook. Sabe que es especial, y ella lo aprueba por completo.

Sleepwalker (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora