- I Bᴇʟᴏɴɢ Iɴ Yᴏᴜʀ Aʀᴍs -

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Casa de Nick bien temprano. Viaje en tren juntos. Caminata de unos diez minutos. Y todavía no sabía a dónde íbamos.

-Okey, toma mi mano -dijo.

Yo hice caso y con su mano libre tapó mis ojos. Dimos unos pasos más pero un sonido llamó mi atención.

-Un momento... ¿Gaviotas? -Nick bajó su mano y pude ver el paisaje frente a mí- ¡Oh, por dios! ¡La playa! -exclamé alegre.

Tomada de la mano de Nick, ambos comenzamos a correr.

-Supuse que te gustaría -dijo en cuanto nos detuvimos frente a un restaurante.

-Eres increíble, Nick -dije mientras lo miraba y le sonreía inmensamente.

-¿Quieres papas? -preguntó devolviéndome la sonrisa.

-Oh, por favor -pedí.

Él rió e hizo nuestro pedido.
Ya comiendo nuestras papas y sentados en una mesa, Nick habló nuevamente:

-¿Quieres que recorramos la ciudad?

-¡Claro que sí! ¡No puedo creer que nos hayas traído aquí! -exclamé feliz.

-Ven -dijo extendiendo su mano izquierda. Yo la tomé y sentí como electricidad recorriendo todo mi cuerpo-. Empecemos por allí.

Asentí y sonreí atontada por el contacto de nuestras manos.
Nick y yo nos fotografiábamos en cada rincón de la pequeña ciudad.

-¡Oh, mira! -llamé su atención- ¡Una máquina de fotos! ¿Quieres que nos saquemos?

-¡Claro!

Y, como pudimos, entramos en la máquina. Primero probamos sentándonos al lado, pero era muy pequeña. En su lugar, Nick me tomó por la cintura y levantó como si no pesara nada. Luego me volvió a sentar pero sobre sus piernas.

-¿No te hago peso? -me preocupé por él.

-¡Claro que no! Soy un rugby lad, ¿lo olvidas? -ambos reímos.

Pagué, precioné el botón de inicio y ambos miramos felices a la cámara. Después nos miramos por un hermoso instante mientras juntábamos nuestras frentes y luego nos besamos dulcemente.
Hasta que él bajó su rodilla y casi hace que me caiga.

-¡Nick! -exclamé a modo reflejo. Luego de que me pudiera acomodar de nuevo, ambos reímos.

El pelirrojo me sujetó más fuerte y yo no pude evitar darle un beso en la mejilla.
Nick me encantaba tanto que sentía que podría comérmelo a besos.
La máquina terminó y al salir tomamos nuestras fotos.

-Estás preciosa -dijo él.

-¡Y tú muy guapo! -le respondí.

Él me abrazó por la cintura y dejó un beso en mi mejilla derecha.

•••

Nick y yo yacíamos sobre dos toallas de playa que él había traído en su mochila. Recostados sobre la arena y frente al mar, disfrutábamos con ojos cerrados de la frescura del viento, el olor a playa y el sonido de las gaviotas.

-¿Quieres? -le ofrecí uno de mis auriculares mientras los conectaba.

Él asintió sonriendo.
Reproduje una hermosa canción pop mientras ambos seguíamos disfrutando del momento.

-_____... -llamó mi atención luego de un rato.

-¿Sí? -consulté, dulce, aún recostada boca arriba y con mis ojos cerrados.

-Creo que debería contarte... Yo sé de ti y me parece justo que tú también sepas de mí -empezó a explicarse rápidamente, atropellando sus palabras. Yo volteé la cabeza y entreabrí los ojos para escucharlo. Él ya estaba sentado sobre la toalla. Y se tomó una breve pausa-. Soy bisexual -soltó finalmente.

Yo me incorporé rápidamente por la sorpresa y me quité el auricular.

-¿Qué? -realmente estaba incrédula.

-Es decir... Ser amigo de Charlie y poder hablar de temas que no se tocan con mis amigos de rugby me ayudó a entender otras partes de mí que no sabía que existían -yo lo observaba y escuchaba atentamente-. Hace ya un tiempo me di cuenta que la admiración que creía tenerle a otros chicos de pequeño, realmente era un crush... Yo... Yo no quiero que esto cambie nada entre nosotros; yo-

Y lo interrumpí abrazándolo fuertemente.

-Muchísimas gracias por contarme, Nick -él correspondió con un abrazo igual de fuerte y cariñoso que el mío, como escondiéndose y refugiándose en mí-. No tienes nada de qué temer o avergonzarte, ¿sí? -le recordé una vez nos separamos.

-Gracias por entender -sonrió-. Charlie me dice lo mismo -ambos reímos-. Ay, _____... Me gustas demasiado -confesó luego de una breve pausa, mirándome a los ojos-. Y amo que me gustes... -yo no podía evitar sonreír, muerta de amor, ternura e incredulidad por la situación. Nicholas en seguida se levantó del piso y salió corriendo hacia el mar- ¡ME GUSTA _____ ~_____~! ¡DE UNA FORMA ROMÁNTICA Y NO SÓLO AMISTOSA! -sus brazos bien en alto mientras gritaba al mar.

Yo salí corriendo detrás de él. Ambos riendo.

-No pensé que esto me pasaría jamás... -confesé luego de un breve momento de mirarnos en silencio.

Nick me miró y abrazó por los hombros.

-Yo tampoco...

Rodeé a Nick por la cintura y con mis ojos cerrados descansé en él. Sentía como si cada abrazo suyo recargara mi energía.
De repente, Nick hizo un movimiento brusco y en cuanto abrí mis ojos me vi siendo cargada por él, estilo princesa.

-¡¿Qu-Qué estás haciendo?! -exclamé entre risas.

-¡Aquí vamos! -dijo corriendo conmigo en brazos hacia el agua.

-¡Nick! -más risas.

-¡Eres mi novia! ¡Yo soy tu novio! ¡Somos parejaaa! -exclamó al aire y yo reí.

-¡No me vayas a tirar! -pedí riendo.

-No te tiraré... ¡Ups! -exclamó luego de amagar tirarme al agua.

-¡Niiick! -reí.

-Okey, creo que ya nos mojamos mucho -dijo mientras nos alejaba del mar.

Cuidadosamente, él me sentó sobre una de las toallas y luego él se acostó en la otra, abriendo su brazo para que me recostara sobre él.
Con mi sonrisa bien marcada, moví la cabeza para ver a Nick a los ojos. Él imitó el gesto.

-Y... ¿Entonces le diremos a la gente sobre nosotros?

-Sí... -respondió sonriendo.

Volví a recostar mi cabeza en su pecho y lo abracé más fuertemente. Él reforzó también su abrazo, envolviéndome y haciéndome sentir segura. Cerré mis ojos y continué disfrutando junto a Nick Nelson aquella tarde recostados y abrazados en la playa.

~ 𝐇 𝐎 𝐋 𝐀 ~   Nick Nelson y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora