Capítulo 2

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Capítulo 2

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Daren

—Debes esforzarte más, no llegarás a los equipos profesionales si no te esfuerzas. 

El entrenamiento había terminado y como siempre mi tío remarcaba los errores que haya podido observar en mí durante las horas de entrenamiento, nunca me ha molestado porque me ayuda a poder mejorar esos detalles, pero justo hoy no es el mejor día para que me eche mis errores en cara. 

—¿Quién dijo que no me esfuerzo? ¿Qué crees que hago todos los días? —no pude evitar reflejar mi molestia— No hago otra cosa que no sea ir a la universidad y entrenar, todo el tiempo estoy en el campo y en los partidos o en la casa haciendo tarea. 

—No es suficiente con estar todo el tiempo aquí ¿De qué te sirve estar todo el día en el campo bateando pelota tras pelota si no eres el mejor? 

No me interesa si soy el mejor o no, pero los últimos años me he ganado esa reputación, aunque en esta última semana mi rendimiento bajó demasiado. 

—Claro que soy el mejor, los mismo entrenadores de los Braves lo han dicho, por si no lo sabías. 

—¿Cuántas ofertas has recibido? —se cruzó de brazos observándome. 

—Tres. 

—¿Sabes cuantas ofertas ha recibido Jensen? —negué con la cabeza— Siete, a recibido siete ofertas de distintos equipos y universidades en todo el territorio de los Estados Unidos. 

—Bien por él, me conformo con la oferta de los Braves, la cual ya conseguí y pienso aceptar una vez que me gradúe de la universidad este año. 

—No deberías conformarte. 

—Pero quiero hacerlo, los Braves son lo único que me interesa, no hay otra cosa que quiera más que pertenecer a ese equipo. 

—¿Qué voy a hacer contigo? —dijo más para sí mismo que para mí.

—Apoyarme —lo miré de forma seria—. Y si no te gusta, lo hubieras pensado antes de aceptar tenerme bajo tu cuidado. 

Salí del campo hacia los vestidores para quitarme el uniforme del equipo, ducharme y ponerme la ropa para ir a la facultad. Desde muy pequeño me gusta el beisbol, se podría que es el deporte familiar, mi padre me enseñó a jugarlo cuando tenía ocho años, desde entonces no lo he dejado. El beisbol me ayudó mucho a obtener una beca en la universidad de mis sueños, la IUAG, ahora está la oportunidad de entrar en los Braves una vez que me gradúe y no pienso desaprovecharla. 

Que Jensen tenga más ofertas que yo, no me molesta en lo absoluto, cada uno tiene sus propias oportunidades, solo el mundo sabe porqué pasan las cosas.

 Al entrar en los vestidores fui directo a las duchas, si me dieran a elegir mi momento favorito del día, sin duda sería cuando tomo una ducha, cuando el agua cae en mi cabeza y empieza a descender por todos los músculos de mi cuerpo se siente como si un peso se fuera de encima. Es como si el día se reiniciara desde ese punto. Todas las molestias que tenía simplemente se van y el ánimo alegre y optimista regresa. Luego de secarme y haberme puesto la ropa, salí en dirección a mi facultad, aunque me encontré con mi tío en el camino.

—¿Nos vamos a casa? —me preguntó.

—Aún me falta una clase, además, Selene está por salir de clases ¿No? Ve a recogerla y si quieres volver por mí los esperaré, se me hace tarde —comencé a alejarme de mi tío.

—¡¿A qué hora termina tú clase?! —escuché su grito.

—¡Una cuarenta!





Secret Letter. Borrador 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora