Enero
El sol empezaba a asomarse por el horizonte, dando a empezar la mañana de un nuevo día. En la habitación había mucho silencio considerando el ruido de afuera. El erizo azulado se encontraba acostado en el suelo con una resaca terrible, lentamente abrió los ojos, solo podía ver el sucio techo y una mancha en este, pensó para si mismo que debería mandar a alguien a limpiarla algún día. Apoyó una de sus manos en el suelo para sentarse.
Sostenía una botella casi vacía de vino, que dejó a un lado junto a las demás que en total resultarían la mitad de un paquete completo, estaban al pie del sillón nuevo y costoso; agarró sus púas, quejándose del dolor en la cabeza y la migraña que traía.
Intentó levantarse apoyando sus manos en el suelo, pero sus piernas estaban muy débiles y cayó al suelo golpeándose la cabeza fuertemente.
—Carajo. —Quedó inmóvil en el suelo colocando una de sus manos en la cabeza para tratar de aligerar el dolor provocado.
El silencio volvió a reinar en la habitación hasta que el sonido y la vibración de un celular lo hizo salir de la paz.
Dirigió su vista cansada al sillón color caqui, volvió a intentar levantarse esta vez sosteniéndose del sillón, tratando de encontrar su celular entre los cojines mientras seguía sonando el tono predeterminado que empezaba a irritarlo.
Este empezó a desesperarse al no encontrarlo y seguir escuchando en tono de llamada hasta que sintió el dispositivo, mirando el nombre en el teléfono. Contestó la llamada colocando el celular en su oreja.
—Sonic, ¿Qué se supone que estás haciendo? —preguntó una voz del otro lado de la línea.
—¿Qué pasó ayer? —Se sentó en el sillón, estrujando su cien con ambos dedos y cerrando sus ojos con vigor.
—Ja, ¿Así que no lo recuerdas? No me sorprende ¿Hasta que hora te quedaste en esa fiesta? —volvió a preguntar la voz.
—No lo sé ¿cuatro o cinco de la mañana? Quién lleva la cuenta de esas cosas de todos modos. —Se acostó en el sillón agarrando una botella y bebiendo lo último de esta aún con el celular en la oreja.
—Como sea, solo recuerda que tienes una entrevista en vivo a las nueve, y sesión de fotos a las seis y quince, no te atrevas a faltar de nuevo —dijo con una voz que parecía molesta e intolerante, para luego colgar la llamada.
El cobalto tiró el celular al otro lado del sillón para recostarse por completo con la vista al techo de la habitación, que era todo un desastre.
Se puso de pie y se arrastró hasta la barra de la cocina, abrió uno de los cajones de abajo de la misma dónde tenia toda una colección de vinos, agarró uno y lo puso encima de la barra, buscó el sacacorchos que aseguraba que había dejado en el fregadero, con un movimiento logró abrir la botella y empezó a beber de esta.
Caminó hasta una radio conectada a los parlantes con cables, empezó a buscar el CD en la vieja estantería, "The Smiths" parecía una buena banda, la había escuchado algunas veces, empezó a reproducirse la canción "Heaven Knows I'm Miserable Now" (El cielo sabe que ahora soy miserable) una canción de los 80's que sorprendentemente habia escuchado muchas veces en este mes por el sentimiento de nostalgia que le dejaba.
Empezó a escuchar atentamente la letra tan significativa que entraba en su cerebro penetrándolo con recuerdos del pasado, en tanto seguía bebiendo de la botella, se hizo a un lado y la dejó encima del parlante, con pereza subió las escaleras a su habitación, en el armario había un conjunto de ropa especialmente preparado para hoy, seguía escuchando la melodía de la sala de estar mientras se quitaba la casaca de cuero y unos loose jeans para darse una ducha rápida, sentía insatisfacción, el agua nunca estaba al nivel correcto de temperatura, siempre la sentía un poco caliente o un poco fría, cantaba silenciosamente solo haciendo movimientos con su boca al ritmo de la canción, sintiendo el agua caer por su rostro.
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Pink in MY night | Sonamy
Lãng mạn☂ And I Know I've kissed you before, but I didn't do it right ¿Can I try again? ·'• ☇ ᴘɪɴᴋ ɪɴ ᴛʜᴇ ɴɪɢʜᴛ - ᴍɪᴛꜱᴋɪ ☾ Un amor perdido. Ambos tuvieron que tomar caminos separados y realizar sus vidas sin saber nada del otro por tres largos años, un acc...