La música suave era relajante para los oídos de Jungkook. El omega se sentía en paz.
Acababa de tomar un baño caliente; era casi un ritual, las velas siempre tenían que estar prendidas, el agua siempre tenia que estar tibia y la espuma tenía que ser abundante, sin contar, los pétalos de rosas que siempre tenían que estar regados en la superficie. Y nunca, pero nunca, tenía que haber algún tipo de esencia aromática ni en el agua, ni en los jabones, ni en el champú.
Porque, oh, a su alfa no le gustaba.
Le había comentado con anterioridad que su olor era perfecto y solo así, que no le gustaba cuando su olor se combinaba con otros que eran artificiales, que su olor natural siempre le encantaría más que a cualquier cosa.
Jungkook recuerda haberle volteado los ojos, aunque lo entendía. El olor de su alfa y esposo era tan exquisito como para contaminarlo con otros.
El olor a chocolate amargo junto a la miel era una combinación que siempre hacia débil a Jungkook, a la misma vez, que lo envolvía con sabanas de seguridad.
El omega se encontró haciendo un puchero.
Lo extrañaba, extrañaba a su alfa.
Se miró en el espejo, viendo como esa camisa celeste de su esposo se amoldaba a su cuerpo. Se había puesto la camisa después de olerla algunas muchas veces y aun así, no podía sacarse ese mal sentimiento, lo extrañaba.
Era viernes por la noche, alrededor de las ocho, y usualmente en ese tiempo Jungkook y su alfa, Kim Taehyung, siempre estaban juntos, más de solo estar juntos. Usualmente en esos momentos, Taehyung siempre estaba encima de él y también dentro de él. Haciéndolo temblar y gemir, recitándole las más hermosas palabras de amor mientras sus grandes manos le recorrían toda la piel, junto a sus ojos que lo miraban con hambre y con cada dura embestida que dejaba lloriqueando a Jungkook y-
El omega salió de sus pensamientos, moviendo su cabeza y en conjunto a su cabello un tanto húmedo, un tanto esponjoso. Su reflejo entregándole su rostro con las mejillas rojas como consecuencia de sus recuerdos.
Se sentía abandonado, lo habían abandonado.
En realidad, su alfa solo estaba trabajando, pero Jungkook era un exagerado, es decir, no Jungkook sino su omega...Quizás, siempre se excusaba de esa manera.
Kim Taehyung tuvo una gran oferta de trabajo en New York, el alfa estaba muy emocionado por la posibilidad de que una de sus más grandes, eficientes y exóticas infraestructuras puedan ser consumadas. Jungkook como siempre era el más feliz si su esposo era feliz, pero no contaba con un pequeño gran problema.
Iban a estar alejados por un mes.
Vale, puede que sí sea un exagerado, pero un mes es bastante tiempo.
Un mes sin besos, un mes sin abrazos, un mes sin poder oler la esencia del otro (no de la manera correcta), un mes sin dormir juntos, un mes sin hacer el amor, un mes sin poder jodidamente verlo.
Ay.
Jungkook se consideraba independiente, tenía un trabajo estable, podía vivir por su cuenta, podía comprarse cosas banales por su cuenta, tenía sus propios asuntos de los cuales estresarse, tenía amigos y un mejor amigo con los cuales pasar el rato, tenía también actividades que le gustaba hacer en completa soledad como ir a correr, leer y escribir.
A lo que quiere llegar es que su vida no gira alrededor de su alfa, no es esa clase de omega ni por gusto ni por imposición.
Pero no le pueden quitar al amor de su vida por todo un mes...Cómo se supone que duerma por las noches sin sus brazos rodeándolo, sin el beso infaltable en su frente, sin sus bromas estúpidas, sin sus sonrisas y risas, sin su contacto cotidiano.
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Make love angel ; TAEKOOK
FanfictionJungkook extrañaba mucho a su alfa, no lo había visto por casi un mes y tanto su corazón como su cuerpo lo necesitaban. Kim Taehyung, al llegar a casa, lo menos que espero fue encontrar a su omega acariciándose a sí mismo. El distanciamiento había s...