15: Soledad o costumbre

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—¿Saldrán otra vez?

—Sí... ammm, hijo.

—¿Cuándo regresarán?

—En unos días. ¿Amor tienes los pasajes?

—¿Puedo ir con ustedes?

—No, hijo. Sí, aquí los tengo.

—Pero no me quiero quedar solo.

—Bueno, ¿ya tienes todo?

—Papá...

—Sí, eso creo.

—¡Mamá!

—¡Ya, First! Sabes que no puedes venir con nosotros, debes atender tus estudios. Te quedas con la niñera, no estás sólo.

—Pero...

—No. ¿Cuántos años tienes ya? ¿15, 16?

—15, pero...

—Compórtate con forme a tu edad. Ya eres lo suficientemente mayor, deja de hacer berrinche, First.

• • • • •

—Hola, me llamo First, ¿y tú?

—Yo...

—¡Soy Kittipop Satang! y este es mi hermano, es muy tímido, se llama Poon.

—Un gusto conocerlos. ¿Se acaban de mudar?

—Sí, hace unos días.

—¡Espero que nos llevemos bien!

—Nosotros igual. ¿Qué edad tienes, First?

—15, ¿y ustedes?

—Tengo 11 y Satang 17.

• • • • •

—¡Poon! ¿Quieres jugar baloncesto?

—No, no puedo.

—Ven, yo te enseño.

—¡¿En serio?!

—¡Claro, vamos!

—Gracias, First.

• • • • •

—¿Quiénes son ellos?

—¿Ah? Pues, son mis amigos.

—¿Amigos?

—Sí. Son Dunk y Pond.

—Ah... ¿y por qué hacen eso?

—¿Hacer qué? ¿besarse?

—Sí...

—Lo hacen porque se gustan.

—¿Se gustan? Pero son chicos...

—¿Y qué? Eso no importa, Poon. Si alguien te gusta no importa si es hombre o mujer. El corazón no tiene género.

• • • • •

—¿Por qué lloras, First?

—No estoy llorando.

—Sí lo estás. ¿Qué pasó?

—Mis padres...

—¿Qué pasa con ellos?

"Fanatico Sensual"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora