Habían llegado tarde de la cena y cuando estaban estaban dispuestos a "acostarse" una inoportuna llamada hace evaporarse el ambiente de amor que había surgido. Era Debora, así qué fue Alicia quien contestó. Había pasado una hora cuando por fin decidieron zanjar la conversación. Nacho seguía en la cama, esperando, tan sexi como siempre, tan dispuesto a darlo todo que se quedó con las ganas. Se dieron el típico beso de buenas noches y se dispusieron a dormir.
Ya daban las 12 cuando Alicia había decidido levantarse y ducharse. Tras el fiasco de anoche decidió no esperar a que Nacho terminarse de asearse antes y ducharse con él. Eran dos personas muy activas por la mañana así que en el baño acabó todo patas arriba. Una vez fuera y acabado de desayunar Nacho marchó a trabajar y Alicia se quedó sola en casa preparando la comida. Estaba esperando a que el pavo terminara de hacerse cuando llamaron a la puerta. Alicia se sobré salto pero aún si decidió ir a ver quien era y por suerte o por desgracia era Óscar quien lo hacía. Le invito a pasar aún sabiendo lo que podía ocurrir, tomaron un café y hablaron. Poco a poco se iban poniendo al día, aunque hacia ya más de cinco meses que no se veían. Exactamente desde que Alicia había decidido acabar con su relación. Al final Óscar decidió marchar, sabia lo incómoda que se sentía Alicia. Una vez en la puerta Alicia se decidió a darle dos besos, uno en cada mejilla, pero fue un movimiento rápido de Óscar lo que provoco que el primer beso acábase siendo en la boca. Alicia se sonrojó pero sin darle tiempo Óscar se aproximó a ella y le robó un segundo beso, tan corto como apasionado. Aunque en un principio parecí que Alicia permanecía con la boca cerrada acabo cediendo al amor que aún seguía sintiendo por él. Óscar le alzó sin esfuerzo y ella como si fuera un koala entrecruzó sus piernas por su tronco. La ropa les sobraba y poco esta iba abriendo paso al amor.