2

25 3 8
                                    

Ya había amanecido, para el jóven Hwang era bastante temprano, aproximadamente las 7AM, solía despertar a las 9, más o menos, por lo que él aún tenía sueño, pero su curiosidad era mayor.
Se levantó de la cama, bostezando y quedándose unos segundos para hacer aparecer su voluntad para salir de la cama, aún adormilado, se puso de pie para después proseguir con cambiarse de ropa, ese día por alguna razón se sentía más fresco de lo habitual, era otoño, y se congelaba como si fuese pleno invierno, tenía un mal presentimiento.

Cuando finalmente pudo salir de su habitación, se cruzó con su madre en los pasillos, ella en seguida se sorprendió, porque no era habitual que él hiciese eso. De todos modos, saludó a su mamá sonriéndole con delicadeza, pronunciando un "buenos días, madre." Siendo este correspondido mientras la mayor acariciaba los cabellos del jóven.

- Que extraño que estés despierto tan temprano, hijo, ¿Te sientes bien? - El menor Hwang asintió, moviendo sus manos para despreocuparla. - Sí, mamá, solo me gustaría preguntarte unas cosas y desayunar contigo, hace muchísimo no lo hacemos.- Hizo una mueca al ladear su cabeza, sus propias palabras lo hicieron pensar, era cierto que desde hace un tiempo ya no tenían la relación que solían tener, la extrañaba, pero entendía que ella tenía sus responsabilidades, y estaba dispuesto a sacrificar sus horas de sueño para pasar aunque sea unos minutos con su adorada madre.

- Ah, sí, Hyun, pero el señor Minho desayunará con nosotros, no es un problema para tí, ¿No? - le cuestionó, alzando una ceja mientras sus tacones comenzaban a resonar en el suelo, Hyunjin la siguió. - ¿Qué? ¿Él? Mamá, él intento morder a Jeongin, ¿Por qué está con nosotros? - Su madre lo miró, pensando en las palabras correctas. - Hyun, él no es de aquí, deberías comprenderlo, estoy segura que si lo hubiera sabido no lo haría, además debes llevarte bien con él, porque vivirá con nosotros un tiempo.- Y ahí estaba su respuesta, él iba a vivir con ellos, pero también aquello generó aún más dudas. -¿Por qué aquí? ¿por qué no en el palacio?- su madre suspiró. - No lo sé, Hyun, solo la señora Eloise lo decidió así.- eso calló al jóven vampiro, quedándose en silencio por un buen rato, desaprovechando algo del tiempo que tenía con su madre.

Ellos nunca han tenido la mejor relación, porque han habido bastantes errores en su crianza, pero tampoco la odiaba ni juzgaba por ello, después de todo ella estaba sola, él seguía siendo bastante pegado con su mamá, Hyunjin siempre necesitó de su atención, como cualquier niño, de echo, pero ella también era jóven, a penas tenía 18 años cuando tuvo a su hijo entre sus brazos, era prácticamente una niña cuidando a otro, ¿Realmente tenía derecho a quejarse sobre su crianza o de la relación que tenían? Se sentía culpable por no lograr que su corazón no doliese en ciertas situaciones.
Una voz masculina lo sacó de su mente, sintiéndose irritado casi al instante, no quería escucharlo, no había alguna explicación, Hyunjin simplemente lo detestaba, algo había en él que lo hacía tener un muy mal presentimiento.

Al llegar al comedor, Hyunjin vio a Minho sentado ya en la mesa, mirando alrededor con aire de aburrimiento. Minho levantó la vista al verlos entrar, y una sonrisa apenas perceptible apareció en su rostro.

-Buenos días, joven Hwang. No esperaba de su presencia aquí. - saludó Minho, su tono ligeramente burlón.

Hyunjin asintió cortamente, tratando de mantener la compostura. Se sentó al lado de su madre, y una sirvienta rápidamente les sirvió el desayuno. El ambiente era tenso, y Hyunjin sentía que cada segundo era una eternidad.

- Minho, he oído que vienes del Reino Luna de Sangre. ¿Qué te trae por aquí? - preguntó Jihyo con una sonrisa nerviosa, tratando de aliviar la tensión.

- Asuntos del reino, señora. El rey Han tiene ciertos negocios que requieren mi presencia aquí. - respondió Minho con una voz controlada. - Además, siempre es interesante conocer otros reinos y sus... costumbres.

Hyunjin no pudo evitar notar el leve énfasis en la última palabra. Decidió intervenir antes de que la conversación tomara un rumbo más incómodo.

- Minho, ayer mencionaste que pensabas que yo iba a matar a Jeongin. - empezó Hyunjin, mirando directamente a Minho. - ¿Acaso en tu reino no hay normas en contra de alimentarse de humanos vivos?

Minho se reclinó en su silla, observando a Hyunjin con un interés renovado. Parecía estar acechandolo.

-No las hay, lamento mi confusión, mi hogar podrá no tener esa regla pero todos obedecemos las restricciones de otros reinos. - admitió Minho. - En mi reino, los humanos son más... recursos que compañeros. Aunque entiendo que aquí las cosas son diferentes.

Una risa sarcástica escapó del Jóven, siendo reprendido por su madre, él la ignoró. - Aquí valoramos la vida humana y tenemos una coexistencia pacífica con ellos. Espero que puedas adaptarte a nuestras normas mientras estés aquí.- Constantes ataques caían sobre Minho, ese odio parecía ser injustificado después de las palabras del vampiro mayor, Lee asintió, su expresión no revelando mucho.

- Me adaptaré. - dijo simplemente. - Aunque debo admitir que será un desafío interesante.

La conversación se desvió a temas más triviales, pero Hyunjin no podía sacudirse la sensación de desconfianza hacia Minho. Sabía que debía estar atento y proteger a Jeongin, o a todos a los que el contrario se les acercara.

El día transcurrió de manera aburrida para Hwang, solamente se la había pasando pintando o hablando de vez en cuando con las empleadas, pero en su cabeza se mantenía aquella duda de por qué Minho estaba allí.

Hyunjin había salido al enorme jardín durante la noche, quizás buscando inspiración para sus escritos, o solo buscando algo más entretenido que solo estar sentado en silencio.
De pronto, sintió una presencia detrás de él. Se giró rápidamente, encontrándose cara a cara con Minho.

- ¿Hambriento, señor Hwang? - preguntó Minho, sarcástico y buscando molestar a su ajeno, recibiendo una mirada molesta de su parte.

- Solo paseando. - respondió Hyunjin, tratando de sonar casual. - ¿tú, buscando a humanos para matar? - contraatacó.

Minho se acercó lentamente, su mirada fija en Hyunjin.

- No, más bien buscando un lindo vampiro para comerme. - Minho, sabía muy bien lo que hacía, pero en ningún momento borró aquella sonrisa burlona de su rostro.

Hyunjin lo miró, completamente ofendido y a la vez nervioso, aquellas palabras resonaron en su cabeza de una forma completamente desprevenida.

-¿Qué estás diciendo, Minho? - gruñó Hyunjin finalmente, su tono firme. - Ni se te ocurra a acercarte a mí, me dan asco los asesinos.-

Minho sonrió, una chispa de desafío en sus ojos.

- Me gusta tu espíritu, Hyunjin. Creo que tú y yo podríamos aprender mucho el uno del otro.

Hyunjin no estaba seguro de si eso era una promesa o una amenaza, pero decidió dejarlo ahí. Con un último vistazo a Minho, volvió a su hogar, aún con sus mejillas enrojecidas de los nervios y molestia.

- Será divertido jugar contigo, Hwang.-


──────────────────

¡Hola!
Lamento mucho la tardanza, no tenía motivación, pero espero les guste este capitulo, voten y comenten, por favor. !!

Love in the blood. - HYUNHO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora