𝐎𝟏⨾

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࣪ ୨♡୧ ࣪

࣪ ୨♡୧ ࣪

A JiMin nunca le atrajeron los Alfas con traje, más bien, durante mucho tiempo les temió, porque llevar un traje significa poder y los alfas poderosos nunca fueron buenos con él, ni mucho menos. Siempre se cuestionó a qué se dedicaban para portar tal vestimenta costosa que a simple vista, por las telas y costuras, hacían saber fácilmente el estatus social de quienes la llevaban.

Pero la actualidad es muy contradictoria, porque justo ahora su cuerpo arde en deseo mientras sus ojos contemplan a un Alfa enfundado en un traje negro hecho a medida y por una marca reconocida a nivel global. Observa embobado desde la lejanía la espalda ancha y el cuerpo tenso de aquel Alfa, el cómo las ondas de sus músculos se marcan con ligereza en las telas que lo envuelven y aún así se reconoce lo bien dotado que está.

Exhala tembloroso cuando el Alfa gira en su propio eje luego de darle órdenes a sus guardaespaldas. Desde el balcón del segundo piso puede ver con claridad cómo posa su mirada filosa sobre una empleada Omega que espera alguna orden de su parte, al mismo tiempo que quita algunos mechones rebeldes de su cabello que le llegan hasta la nariz.

El lubricante cosquillea su piel al bajar por el interior de sus muslos desde su entrada, se estremece y decide que es suficiente de mirar tanto a aquel Alfa en el estado que está. Retrocede antes de ser visto por alguien, antes de que su lobo tome el control o antes de que aquel Alfa pueda olfatear su aroma.

Aunque quién sabe, probablemente ya es consciente de que está en celo, puesto a que se despertó así en la mañana y lo estuvo llamando durante un tiempo antes de tomar un supresor.

Con las piernas temblorosas camina hasta su habitación. El  efecto de la pastilla pasó hace más de quince minutos, pero no puede permitirse tomarse otra aún por recomendación médica.

Cierra apresuradamente la puerta de la habitación y lleva su mano a su miembro erecto que se hace notar, ligeramente por ser tan pequeño, en su short blanco de lino, el cual ya está bastante empapada por sus líquidos, tanto de pre-semen como de lubricante. Su mano se dirige a su falo y comienza a frotarlo con insistencia por encima de la tela. Gime bajo y se esfuerza por llegar a la cama, donde se apresura por quitar sus prendas inferiores.

Desesperadamente lleva una de sus manos a su entrada y busca calmar su calor, luchando para que su lobo no tome el control.

No hay nada que JiMin odie más que entrar en celo, es lo peor que puede sucederle cada tres meses. El calor incesante, el dolor que atraviesa todo su cuerpo por no ser satisfacido en ese tiempo, la necesidad que únicamente puede calmar una sola persona  y los alaridos y quejidos de su lobo que resuenan en su cabeza. Sufre la necesidad de ser tocado por su adorado Alfa y a su lobo rogando porque esto pase.

Pero no puede permitírselo.

JiMin no puede permitir que su Alfa lo vea desnudo. No hay nada bonito en la desnudes de su cuerpo. Quizás si en su figura. Pero no en su piel. Su piel está llena de imperfecciones que sólo lo hacen querer llorar hasta que su cabeza estalle y caer rendido al sueño.

Es bonito de rostro y cuando las telas se amoldan a su cuerpo marcando su figura esbelta como la que un Omega perfecto debe tener. Pero JiMin no es perfecto.

¿Qué pensará su adorado Alfa, su adorado JungKookie, al ver como lo dejaron?

Probablemente lo despreciará.

Pero JiMin también llora por pensar así de él, porque muy en el fondo, cuando el miedo se disipa y su mente se calla, sabe que JungKook igual lo amará.

la inseguridad de mi desnudez ᠉ kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora