Me quedaré

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—Me quedaré.

  Wei Ying paró en seco, estaba de espaldas a Lan Wangji.

  Esas simples palabras resonaron en el silenció de la vieja caverna, de afuera no llegaba nada más que el tenue brillo del sol que se colaba entre la niebla de los tumultos funerarios. No se dio la vuelta cuando le preguntó:

—¿Cómo?

—Me quedaré aquí.

  Wei Ying titubeo, cambió su punto de apoyo de pierna a pierna. Era muy consciente que era de Lan Wangji de quien hablaban, la persona más seria que jamás había conocido: recto, intachable, perfección del derecho y del revés; en otras palabras, no era de los que hacían bromas... Pero Wei Wuxian si lo era, y a los pocos segundos ya tenía un absurdo plan en mente.

—¿eh? —se volvió para encarar a su invitado— ¿Es que acaso el gran Hanguang-Jun fue seducido por este desbocado servidor y ahora no quiere separarse de mi? —se contoneó con sus largas piernas hasta donde estaba Lan Wangji mientras lo miraba con ojos hambrientos y una voz aterciopelada que a medida que se iba acercando iba bajando de intensidad volviéndose un lascivo susurro que casi rozaba la piel del de blancas vestiduras. Si no podía hacer a Lan Wangji irse por las buenas iba a intentarlo a su manera: hacerlo asquear hasta que se fuera horrorizado y lo dejará en paz.

  Hanguang-Jun le devolvió su mirada glacial de siempre junto con su semblante imperturbable, pero en ningún momento se apartó o demostró tener la mínima intención de irse o de querer moverse siquiera, sólo permaneció en su lugar.

  Wei Wuxian frunció un poco los labios, Lan Wangji no solía ser tan permisivo con sus bromas, casi siempre se alejaba o lo evitaba. Parecía que esta vez iba a ser un hueso difícil de roer, pero Wei Ying era conocido por su terquedad, por lo que redobló la apuesta.

  Con una sonrisa traviesa terminó de acortar la distancia que los separaba —¿Um? ¿no me lo quieres decir Lan Zhan...—sus finos dedos recorrieron rozando las clavículas y cuello de Lan Wangji con la dulzura de un fiel amante: puro deseo y pasión —... o es que te quedaste sin palabras? —Ambas manos se encontraron por detrás de la nuca del aludido. Ya lo único que separaba los labios de ambos era menos de unos escasos y asfixiantes centímetros, que por la expresión de Wei Ying parecía estar dispuesto a tomarlos de un momento a otro sin problemas.

  Mantuvieron esa posición por un agónico tiempo que se asemejó a horas, pegado el uno al otro, donde lo único que podían escuchar era la respiración compartida que se volvía una con el pasar de los segundos. Bajo el sedoso cabello de Lan Zhan, oculto, el color rojo se asentaba en sus orejas.

—Me queda...

—No quiero tu ayuda —espetó serio Wei Ying separándose, estaba claro que el plan no había sido efectivo,ahora tenía que seguir el método convencional. Dejó que su enojo aflore a la superficie y cubra su rostro cuando le habló a Lan Wangji.

—Wei Yi...—intentó decir Lan Wangji en tanto seguía los pasos del Patriarca de Yiling.

—No NECESITO tu ayuda —Wei Ying mantenía la distancia, no estaba para nada contento, con solo ver que seguía allí le hacía hervir la sangre.

—No lo ...

—¡¿Qué?! —Wei Wuxian gritó —¡¿Qué es lo que quieres?! ¡¿Llenar de reglas este lugar y decidme que todo lo que estoy haciendo está mal?!

—No.

—¡No mientas! ¿Qué más harías en este ruinoso lugar?

Lan Wangji apretó los puños.

—Está prohibido men...

—¿Ves? No eres más que un mandado que hace todo lo que le piden los de arriba.

I'll Stay (Me quedaré) -Historia corta WangxianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora