Possession {Lee Jong Suk y Tn}

2.Nieve.

Después de ese caótico primer día, me quedé hasta tarde en la biblioteca leyendo cualquier libro que fuese capaz de cautivar mi atención. Cuando ya no quedaba nadie decidí marcharme. Estaba comenzando a anochecer, y esta era una mala hora para andar en las calles. No porque pudiesen atracarme o raptarme, esas cosas a mi no me dan miedo. Mi madre siempre me dice, "a los que más debes temerles no es a los vivos, sino a los muertos, porque son los únicos impredecibles"

- ¡Mami,mami!-Gritaba una niña de unos 3 años llorando en medio de la calle. ¿Qué hace una niña de esa edad sóla tan tarde?

Miré a mi alrededor, no había nadie, todo estaba realmente tranquilo.-Ey pequeña.-Dije acercándome lentamente a ésta y colocándose a su altura.-¿Estás perdida?-La niña me miró con ojos vidriosos y asintió, yo le sonreí y sujeté su pequeña mano. Estaba tibia, seguramente llevaba mucho tiempo sola en medio de este clima tan frío.-Esto.....-El silencio se hizo y no supe que hacer. Desde luego no se me daba muy bien tratar con las personas.

-¡Ey!-Una voz me sobresaltó y provocó que voltease. ¿Qué hace él aquí?-No me esperaba encontrarte aquí.-Me respondió con una amplia sonrisa.Llevaba una blusa ancha y suelta, y colgado en su hombro izquierdo su mochila de entrenar. Estaba mojado, seguramente acababa de terminar con el entrenamiento de Basket y tras ducharse había salido corriendo para llegar a su casa. No es que sea adivina ni nada, simplemente soy buena observadora. -¿Es tú hermanita?-Yo negué con la cabeza gacha.

-Se.....se ha perdido.-Dije. La niña miró a Jong Suk, me soltó de la mano y estiró las propias para que éste la cogiese. Acto que funcionó a la perfección pues en un par de segundos ya éste la tenía entre sus brazos.

-Bueno pequeña, y, ¿Sabes dónde vives?-La pequeña asintió y señaló con su dedo índice hacia una de las calles.

-B-Bueno....yo me voy....-Me excuse.

-¿Por qué no vamos juntos y luego te acompaño a tu casa? No quiero que vayas sola a éstas horas de la noche.

Por un momento mis mejillas se tornaron rojas, pero como mis pelos tapaban mi cara pues no era perceptible. Asentí y fui con él. El silencio se hizo mientras avanzábamos.

-Me alegro de haberte encontrado. Quería hablar contigo.-Me dijo de repente. Yo me puse nerviosa.-Quería pedirte perdón.

-¿Perdón por qué?-Pregunté alzando un poco la mirada.

- Por lo de la taquilla.

-Pero tu no tienes la culpa.

- Bueno pero aún así quien te lo hizo fue uno del club de basket. Cuando me enteré me sentí mal.-Mi corazón comenzó a latir.-Parecías, un perro callejero.- Mi corazón se paró y rompió.-Lleno de heridas y desnutrido.-Mi moral cayó a lo más hondo de la superficie terrestre.

Se hizo de nuevo el silencio hasta que llegamos a un pequeño parque. Una vez allí la niña nos dijo que vivía cerca, así que tras dejarla Jong Suk en el suelo, se marchó y nosotros seguimos caminando.

-A, se me olvidó preguntarle...-Recordé dando la vuelta para encontrarme con la niña, pero ésta ya había desaparecido.

Seguimos caminando en completo silencio. No sabía de qué hablar con él, no teníamos nada en común. Él es tan así..... Y yo....soy así a secas.

Cuando nos despedimos sentí cómo si alguien nos estuviese observando, pero no pude ver ni a nadie ni a nada. Entré en casa y saludé a mi madre, al parecer mis abuelos no se encontraban en casa en este momento, algo propio de ellos, adoraban salir de noche. Decían que se sentían más libres.

Los días pasaron. No había mucho que contar. Siempre la misma rutina, yo siendo intimidada, yo viendo espíritus, yo siendo la rara y el centro de los rumores. Uno de estos días en los que siempre era la ultima en salir me percaté de que el gimnasio seguía encendido, tenía curiosidad por ver cómo entrenaban, así que me acerqué. "¿Qué es lo que une a un equipo y los hace fuertes?". Me pregunté. Tras asomarme por una de las ventanas traseras sólo vi a Lee Jong Suk. Estaba tirando a canasta sólo. Al parecer debía gustarle mucho lo que hacia. Tenía algo así como un don. Al menos el suyo es fructífero.