Intruso en la Madriguera del Zorro

ᑕIᑕᒪO ᑕOᖇᖇᑌᑭTO #1

Atrapada en el tumulto del pasillo de la escuela, rodeada de compañeros de clase que avanzan a paso lento, como si el tiempo se hubiera detenido. El ruido constante de conversaciones y risas me envuelve, haciendo que mis pensamientos se conviertan en un caos ensordecedor. Todo parece girar en un ciclo interminable.

Miro el reloj ansiosamente, preocupada de llegar tarde a una importante prueba que podría definir mi calificación en la materia. Mi corazón late con fuerza mientras las preguntas se atropellan en mi mente: '¿Llegaré a tiempo? ¿Qué dirá el profesor si llego tarde? ¿Estoy lo suficientemente preparada para el examen?' Las mismas preguntas, una y otra vez.

La ansiedad se apodera de mí mientras el pasillo apenas avanza. Cada minuto que pasa se siente como una eternidad. Finalmente, cuando llego al salón de clases, estoy agotada y nerviosa. Mis manos están temblando cuando me siento en mi pupitre, consciente de que esta es una oportunidad que no puedo darme el lujo de perder. Otra oportunidad más en el mismo ciclo.

Es como si estuviera atrapada en una rueda que gira sin cesar, donde la ansiedad y la incertidumbre se repiten una y otra vez, sin dar lugar a un respiro. La vida parece ser un eterno déjà vu, donde todo sigue girando en un ciclo interminable."

El estrés de la escuela secundaria y el ciclo interminable de ansiedad parecen consumir mi vida día tras día. Las preocupaciones y las dudas sobre mi desempeño académico, la aceptación entre mis compañeros, y la incertidumbre sobre el futuro son como una carga constante que llevo a cuestas.

Cada día se siente como una repetición, una lucha constante por mantener el ritmo. Pero, al final del día, cuando finalmente llego a casa, busco un escape en mi ritual de la bañera. Es como si estuviera dejando atrás el ajetreo del mundo exterior y entrando en un refugio de tranquilidad.

¿Cuánto más seguiré pensando en nuevas metas sin realizarme en siquiera una sola?

¿Cómo puedo responsabilizarme de lo que quiero si no estoy segura?

¿Siquiera sé lo que quiero?

"A todo esto, ¿Cuál es el punto?" Me pregunto a mí misma cabizbaja, mientras reflexiono sobre la futilidad de mi vida, rozando entre las ideas del nihilismo y las sombras de la absurdez existencial, donde cada acción parece carecer de propósito. No sin antes, tomarme un respiro para contemplar las hebras de rizos cediendo en cascada. Cada mechón de mi mojada cabellera escurriéndose sobre mi rostro, llevándome a un estado de nitidez que pareciera ser indeleble.

La corriente de agua que sale de la bañera, caliente; pero nunca demasiado, y por supuesto, como siempre; reconfortante, rodea mis pensamientos demandando salir condensados de mi cabeza sin ser juzgados. Estoy inmersa en un rincón de tranquilidad, mientras el vapor inunda el ambiente; como si de un spa se tratase. Ante la tenue iluminación de las velas titilando, se proyectan sombras en las paredes, añadiendo un toque de misterio al conjunto. Las gotas de agua que caen de mi cabello se funden con la melodica música que fluye a través del altavoz de mi teléfono.

Es en esta clase de momentos, cuando el mundo exterior parece disiparse en la lejanía como un planeta inhabitado sin problemas ni cuestiones, en los que me sumerjo en la intensidad de mi propio santuario. Más allá de mi prisión corpórea y los sentidos.

Le debo una disculpa por acercarme en su vida un día como cualquier otro y sin previo aviso envolverlo en una lista de traumas de los que nunca en toda su vida fue responsable. Una inadaptada social topandose con la persona más mágnetica atrayente y amigable que pudo haber conocido.

Ahora solo hay malentendidos pues no sé cómo explicar el como me siento sin dar lugar a malentendidos tales como el que me entristezca hablar con él o que solo