Mi primer amor

Tentaciones del Pasado

Ya estábamos en la sede de Corea nos acompañó el señor Dassler para darnos la bienvenida y presentarnos a todo el equipo de aquí, estuvimos platicando un rato para ponernos al tanto de cómo iba la sede de aquí.

—Bien chicos eso es todo pueden ir a casa y descansar para mañana empezar con toda la energía posible—dijo el señor Dassler a mi equipo, todos dieron las gracias y se retiraron excepto Nancy.

—Tú también te puedes retirar Nancy, mañana a primera hora te veo aquí—dije sonriendo.

— ¿No necesita nada más? —se puso de pie.

—No Nancy, ya te puedes ir—dije, se despidió del señor Dassler y de mí, y se fue.

Tú también deberías descansar t/n—menciono el señor Dassler volteando a verme.

—En un rato, necesito ponerme al día con todos los productos que están por salir, darles una última revisión—me senté en mi nuevo escritorio.

—Por eso eres la presidenta de esta compañía, le tienes tanta pasión—expreso orgulloso y con una sonrisa dibujada en su rostro.

—Si bueno, amo lo que hago—dije un poco apenada.

—Si lo note, pero bueno te dejo que en unas horas más sale mi vuelo-se puso de pie-Cualquier cosa me llamas—dijo y me puse de pie.

—Si gracias y que tenga un buen vuelo—dije estrechando su mano y se fue; me senté y me puse a revisar todo acerca de la empresa el cómo iban en ventas, la producción y cosas así, recordé que el jefe quería colaborar con celebridades locales así que le mande un mensaje a Nancy, para que investigara a la celebridad más famosa de aquí y para que llamara a su mánager para poder hacer una reunión, recibí un ok por parte de Nancy y seguí revisando los últimos archivos.

—Sabía que seguirías aquí—dijo Aranza entrando a la oficina.

—Si, quería asegurarme que todo estuviera en orden—hable sin quitar la mirada del monitor.

— ¿Sabes qué hora es? —dijo rodeando el escritorio

—No—vi la hora en el monitor eran las 8 de la noche, habíamos llegado a la cede a las 3 de la tarde, se me paso demasiado rápido el tiempo.

—Vamos a tu casa—dijo sacándome de mis pensamientos y sentándose en mis piernas.

—Estoy muy cansada—dije recargando mi cabeza en su hombro.

—Haré que te relajes—dijo de manera pícara y me beso, con esta mujer los besos siempre son muy lujuriosos o apasionados, sentí sus nalgas moverse en mi entrepierna y poco a poco se iba haciendo presente mi amiguito—Creo que alguien esta emocionado—se empezó a reír.

—Ya vámonos, tienes que arreglarlo—dije, nos pusimos de pie y empezamos a caminar hasta el ascensor nos besamos ahí mientras bajábamos, llegamos hasta el estacionamiento y subimos a mi auto; el señor Dassler me lo regalo por ser la nueva presidenta.