I like you || Kim MinJae

I like you

MinJae ya había terminado su rutina de noche, la cual consistía en ducharse después de haber practicado baile durante horas, echarse un poco de crema hidratante y ponerse sus gafas. Ahora se encontraba en la cocina del piso compartido junto con YeChan y SuMin preparando cantidad de paquetes de ramen que había traído su novia.

Se sentía muy afortunado de que al final del día tuviese sorpresas de este estilo. Aunque era algo muy común que SeulKi anduviese por el apartamento los viernes por la tarde, no era tradición. Era bastante divertido para MinJae y los miembros adivinar cuando iba a aparecer la chica. Hasta hacían apuestas y quien perdía hacía la cena para todos.

Teniendo en cuenta que eran los tres raperos quiénes se encontraban agobiados porque el agua estaba hirviendo muy fuerte, a SeulKi no le costó suponer que eran ellos los perdedores de esta semana. Cuando los miembros, en una de las muchas cenas, empezaron a desvelarle el secreto de las apuestas a la chica, esta no pudo parar de reír. No le sorprendió para nada, llevaba ya bastante tiempo conociendo a todos los amigos de su novio, y sabía que iban a hacer juegos hasta por la más mínima cosa; y esto le causaba gracia.

― ¡Vaya! ¿Los tres raperos han perdido esta semana no? ― SeulKi entró en la cocina después de terminar una conversación con SeeUn sobre el último bubble tea que había probado. Estos intercambios de opiniones eran muy recurrentes entre ambos chicos ya que siempre se hacían recomendaciones de los sitios donde iban a merendar.

― Desgraciadamente sí. ― El más pequeño respondió a la obviedad con un puchero. — Nonna, necesito que me salve de estos niños. No me están ayudando en nada, soy yo el único que se está moviendo para que cenemos todos hoy.

― Yah, no te escaquees y empieza a limpiar el agua que se ha desbordado porque SuMin no estaba atento. ― MinJae empezó a hablar con un tono de regaño al peliverde.

― No es mi culpa que YeChan subiese el fuego. Al final es culpa suya. ―

El maknae cogió aire para inventarse algo con lo que defenderse pero la muchacha fue más rápida y hablo antes de que se desatase otra guerra entre los chicos.

― Bueno, bueno, calmaos por favor. ― El tono de desesperación era notable. No quería una discusión entre estos tres miembros, los cuales eran de los más ruidosos del grupo. ― Si queréis ya me quedo yo con MinJae terminando los ramens que quedan.

― ¿Y por qué me tengo que quedar yo? ― El chico parecía enfadado pero, todo lo contrario, tenía claro que iba a tener un tiempo más apaciguado si terminaba la cena con la chica solamente, y no con los demás miembros molestando por ahí.

SeulKi, aún sabiendo que esta pregunta era en un tono bromista y que, finalmente MinJae se quedaría con ella, respondió con la mayor sinceridad posible. ― Porque ellos dos todavía no se han duchado, tú sí. Y porque he venido para pasar tiempo contigo, y aunque lo que menos me apetezca hacer ahora sean once ramens, si los haces conmigo no será tan cansado.

Ese comentario ablandó el corazón del más bajito del grupo y se dio cuenta de lo bondadosa que era su novia. Entendió que su novia se había gastado el dinero en comprar diferentes ramens para cada uno de los chicos, y que había hecho el esfuerzo de venir a verlo a pesar de tener trabajos de la universidad; cada día le parecía más bonita.

Los otros dos raperos, tras ver que su líder se embobó con esa respuesta, no lo pensaron dos veces y se fueron silenciosamente de la cocina aprovechando la situación.

MinJae no se aguantó las ganas y fue lo más rápido que pudo a abrazar a su chica mientras que esta arreglaba el desastre que habían creado los tres raperos en el poco tiempo que intentaban hacer la cena para todos. Como SeulKi estaba con la vista hacía la vitrocerámica, la forma más cómoda que encontró de poder abrazar a su novia fue entrelazar sus manos a la altura del ombligo de la fémina rodeando su cintura y recargando su cabeza en la curvatura del cuello en el proceso.