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las cosas entre agustina y valentín no daban para más; peleas, discusiones, dolores de cabeza y malos momentos era lo único que estaba saliendo de su relación últimamente. 

por eso, valentín desea visitar a marcos, a quien considera su mejor amigo… o algo más.

entre ellos no había pasado nada más que algún roce atrevido, pero las ganas estaban. y como todo, en algún momento salía a la luz.

eran alrededor de las nueve de la noche, el colorado estaba sentado —mejor dicho, acostado— en el bonito sillón de marcos. re leía los chats con su pareja y se preguntaba que había hecho mal para merecer ese trato. marcos notó la incomodidad en su amigo y se acercó a él.

“¿qué te pasa colito? otra vez estás leyendo, ¿no?” le preguntó, a lo que barquito asintió con un puchero en sus labios.

el mayor suspiró molesto y le quitó su celular. se posicionó entre las piernas del contrario y se acostó encima de él. valentín sonrió y acarició el pelo del morocho.

“estoy un poco resentido… es eso. no se que hice mal para que ella me trate así, pero bueno… ¿la tendré que dejar ir? me cuesta… pensá en que ella me aceptó como soy y todo. ¿en dónde consigo a alguien así?” le respondió el pelirrojo con un nudo en la garganta.

marcos negó con la cabeza, sabía que hasta cierto punto el chico tenía razón, pero ese alguien que lo aceptara tal cual es no era nada mas ni nada menos que él mismo. su momento era ahora o nunca.

“no pienses eso, gordo… te haces mucho la cabeza. te tendrías que desestresar un poquito.” sugirió con un tono coqueto mientras su mano traviesa comenzaba a acariciar las piernas blancas del menor.

a valentín le quemaba la piel sentir esos toques, por lo que sonrió de lado y se dejó llevar por las sensaciones. después de todo… qué mejor que unos mimos de su capitán.

marcos sobreentedió que el contrario estaba comodo, por lo que le bajo sus shorts deportivos y sonrió como el atorrante que es. su mirada denotaba necesidad, y como se nombró anteriormente: eventualmente todo sale a la luz.

un beso por encima de su ropa interior haría que el colorado ya se sienta en las nubes. se sentía extasiado, algo nuevo para él, pero justamente eran esas ganas que se tenían desde hace tanto tiempo.

marcos pasaba su dedo medio por la húmeda intimidad de barco, haciéndolo jadear por lo bajo y dejándolo momentáneamente desconectado de la realidad. aún así, recién estaba comenzando. sin dudarlo dos veces le rompió su ropa interior de un tirón y se relamió observando como valentín lo miraba desde arriba, expectante a cualquier movimiento.

desubicado como el mismo, pasó su lengua sin pedir permiso. decidió sujetar al colorado por su cintura para poder sentirlo mejor, y en ese momento el recién nombrado entró en un trance del cual nadie lo podía sacar.

marcos, su supuesto amigo, le estaba haciendo un oral. aún seguía con su novia, no se habían ni separado, la culpa comenzaba a hacerse presente. algo que comenzaba a notarse en sus facciones que generalmente se veían serias. el morocho lo notó y decidió decir algo.

“¿qué te pasa? no te sientas culpable, valen. no hay nadie mejor que yo en este mundo, olvidate de ella…” le dijo para luego volver a sumergirse entre sus piernas, torturando su clítoris con lamidas y jadeos que parecían enloquecer a barco.

el menor gemía por lo bajo, arqueando un poco su espalda. no podía negar que marcos lo hacía sentir demasiado bien, pero esa maldita culpa aún lo atormentaba. sentía que podía explotar en ese mismo momento.

la gota que rebalsó el vaso fueron los dedos de marcos introduciendose lentamente en su interior, le provocaba demasiado placer. realmente nunca nadie lo había hecho sentir así.

el mayor comenzó a moverlos lentamente mientras que su lengua atrevida dejaba al colorado en un limbo entre lo bueno y lo malo; entre la infidelidad y la lujuria de tener a su capitán practicándole sexo oral cuando se suponía que iban a charlar un rato.

sin darse cuenta, su cuerpo comenzaba a temblar y la cabeza le daba vueltas. rojo estaba más que atento al lenguaje corporal del contrario y decidió molestarlo un poco más por gusto propio. 

“publica una historia ya… haceme caso valentín” le ordenó y el menor no hizo mas que obedecer, ya sea por su naturaleza a veces sumisa con marcos o el hecho de que se lo estaba comiendo tan bien que ya ni sabía en dónde estaba.

con sus manos temblorosas tomó su celular, como pudo entró a instagram y eligió una foto cualquiera. la cabecita le dio para seleccionar la canción perfecta: traicionera de pastor lopez. una canción muy presente en la hinchada, pero que también podía ser un palazo para su novia. no pensó más y publicó dicha historia que a los segundos tuvo miles de visualizaciones.

marcos reía cínicamente mientras que a su vez aumentaba la velocidad en la que movía sus dedos, provocando que valentín le tire del pelo con fuerza luego de revolear su celular a quien sabe dónde. 

“colorado atrevido, ¿te das cuenta? nadie te hace sentir así de bien. solo yo…” le recriminó el morocho mientras ahora usaba su pulgar para atormentar el hinchado clitoris de el contrario.

valentín solo asintió, sintiendo como estaba cerca de acabar. su respiración era cada vez más errática y su cuerpo poco a poco dejaba de responder como normalmente lo hacía.

sin embargo, la confusión se haría presente cuando marcos dejó de darle ese placer que tanto le gustaba. sacó sus dedos y se acostó en el piso, para luego mirarlo y hacerle una seña que el colorado no entendería a la primera.

“que te sientes en mi cara, colo. dale, vení.” 

y así fue, barquito se acercó a rojo y tímidamente hizo lo que le ordenó, aunque dicha timidez le duraría dos minutos porque la calentura era mas fuerte.

valentín daba saltitos y movía sus caderas mientras observaba al mayor quién se encontraba lamiendo y succionando su ya bastante húmeda intimidad. dicha imagen lo calentaba aún más, si era eso posible.

“n-no aguanto más, marcos…” le advirtió entre jadeos mientras se levantaba un poco, pero el contrario lo tomo fuerte por sus caderas y lo obligó a quedarse en la misma posición en la que anteriormente estaba.

“quedate así y acaba en mi cara, bebé. ¿que te da vergüenza?”

unos saltitos más y barco acabó en la cara del mayor, manchandolo un poco con sus fluidos. ahora no podía ni mirarlo a la cara.

marcos se re incorporó en su posición y abrazó al coloradito, sintiendo como el corazón aún le latía a mil.

“¿qué te parece si nos bañamos juntos y comemos algo?” le propuso mientras dejaba dulces besos en su cuello.

valentín asintió y sonrió levemente.

la noche terminó de la mejor manera, ambos se quedaron dormidos luego de bañarse y cenar mientras que el mundo se preguntaba…

¿lo gorrearon a barco?

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𝐓𝐑𝐀𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐑𝐀 » 𝗏𝖺𝗅𝖾𝗇𝗍𝗂𝗇 𝖻𝖺𝗋𝖼𝗈 & 𝗆𝖺𝗋𝖼𝗈𝗌 𝗋𝗈𝗃𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora