0. Vrepit Sa

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La guerra había terminado.

Fue una victoria.

Pero Allura se había ido.

Y se había llevado con ella una parte de su mundo.

Los leones también se fueron.

Hunk inició su carrera para convertirse en un chef de fama universal, no podía interferir en su felicidad.

Pidge finalmente había recuperado a toda su familia, podía viajar por el universo junto a ellos y hacer lo que ama, no podía interferir en su felicidad.

Shiro, su hermano, por el que recorrió el universo para traerlo de regreso a casa, se casó. Su rostro estaba iluminado por la felicidad absoluta, deseo no sentir esa horrible presión en su pecho mientras lo ve en el altar. Sabe que Curtis es un buen hombre, que ha logrado darle a su hermano la felicidad y la estabilidad que tanto le hacía falta, es solo que, no puede evitar preguntarse si aún tendrá un lugar a su lado.

Si aún pueden ser familia

Sabe que estúpido sentirse así cuando Shiro nunca le ha dado indicios de lo contario, pero eso no evita que su garganta se cierre, que tenga que controlar su respiración, y parpadear para dejar ir sus ojos llorosos.

Sonríe todo lo que puede, abraza a Shiro y los felicita. No puede robarle su felicidad.

Y cuando esté solo en su habitación junto a Kosmo, eleve una plegaria hacia las estrellas.

Tal vez esta vez sea escuchado.

Toma el puesto en la Espada de Marmora como una tabla de salvación, se dedica en cuerpo y alma al legado de los paladines, al legado de sus amigos, a proteger aquello por lo que Allura dio su vida.

A luchar por darle al universo una imagen nueva de la raza de su madre, de su raza.

Lava los pecados de sus ancestros, carga con la culpa de una estirpe maldita y se pregunta, si en algún momento, el universo lograra olvidar todos los errores que cometieron, si en algún momento se les dará a los Galra la oportunidad de contar una historia que nadie quiere oír.

Se pregunta por los niños que nacerán después de la guerra, si entenderán porque los demás seres con los que conviven los ven con asco, que solo tendrán historias para saber porque los trataran diferente al resto de las especies en los universos, ya es difícil para los adultos, culpa indirecta de los más jóvenes los encorva con vergüenza por su propia sangre, una que jamás pidieron tener.

Ruega a las estrellas que le den la vida suficiente para poder hacer un cambio que perdure.

Para proteger el legado de sus amigos.

Aun si ellos ya no lo hacen.

Aun si Lance también lo ha abandonado.

Se pregunta en que momento dejaron de ser amigos, en que momento se equivoco tanto como para quedar en el olvido.

Para que su mano derecha decidiera que no valía la pena.

¿Fue algo que dijo? ¿Fue algo que hizo? ¿Algo que no hizo?

Lucho todo lo que pudo, pero no fue suficiente.

Nunca había sido suficiente.

Lo visito cada vez que pudo, intento comunicarse con el cada vez que tuvo la oportunidad, intento ayudarlo a mejorar, a tratar de ayudarlo a llevar el peso de la memoria de Allura.

No fue suficiente, nunca lo había sido.

Y un día.

Fue dejado atrás nuevamente.

Vrepit SaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora