OS in my mind

Red wine and chocolate

OS donde Gustabo y Horacio pierden la cabeza tras el asesinato de Torrente o donde Conway descubrirá los pensamientos mas oscuros de sus subinspectores favoritos.

Personajes: Gustabo, Horacio, Conway, Volkov.

Capítulo narrado desde el punto de vista de Conway

Advertencias y notas: historia inspirada en un capítulo de GTA Roleplay de Auron. No me gustó como se desarrolló el capítulo y aquí va lo que me hubiera gustado que pasara en el interrogatorio. Conway sabe que es el padre de Gustabo pero Gustabo no lo sabe, por lo que van a cambiar cosas del capítulo.

🍷

La sala de interrogatorios era claustrofóbica.

Un espacio pequeño, con una mesa, tres sillas, un micrófono y una cámara apuntando sin parar y registrando cada movimiento que hacíamos.

Me apoyé en la pared, lancé el cigarrillo al suelo y encendí otro mientras esperaba a los subinspectores: Gustabo y Horacio.

Dos gilipollas que a pesar de hacer bien su trabajo se comportaban como niños pequeños.

Levanté la mirada del suelo y miré a Volkov juguetear con su paquete de cigarillos. Sabía que había algo que le perturbaba, que en su cabeza no pensaba en el trabajo, pero no podía saber que era.

Algo se me escapaba.

- Suéltame, imbécil. - Entró gritando Gustabo. Un agente detrás suyo lo escoltó del brazo hasta la silla y lo sentó. Cuando el agente salió, entró otro dándole el mismo trato a Horacio.

No iba a mediar palabra, dejé que Gustabo siguiera pegando gritos e insultando un rato más mientras pensaba como no sacar la porra a la primera de cambio.

- Subinspectores Horacio y Gustabo. - Empezó a hablar Volkov. - Estáis detenidos por apa...

- No hace falta que me digas lo que he hecho. - Respondió Gustabo de forma fría y contundente.

Volkov miró a Horacio, Horacio apartó la mirada.

- A Volkov le vas a hablar correctamente o te vas a comer la porra. - Contesté sacando el cigarro y manteniéndolo entre mis dedos. - Bien, contadme todo lo que ha pasado. Y que no se contradiga mi una sola puta palabra a lo que hay en las cámaras.

Los dos subinspectores se miraron entre sí, Horacio como de costumbre tomó la palabra primero.

- Ayer vinos morir a Torrente, nuestro compañero. Lo mataron delante nuestro. - Asentí apoyándome en la pared y dándole otra calada al cigarro. - Esta mañana nos hemos despertado enfadados y lo hemos pagado con quién no lo merecía. - Dijo bajando el volumen cada vez más.

- ¿Que no lo merecía? Ese puto niño solo nos molesta, nos insulta. Venga ya, Horacio, como no se va a merecer una paliza. - Añadió Gustabo enfadado.

- Relájate, nenaza. - Añadí sacando la porra extensible. - No vuelvas a levantar la voz o no te vas a levantar del suelo.

Horacio se removió incómodo en la silla, mirándome pidiendo un poco de piedad para Gustabo.

- ¿Como fue tu infancia, Gustabo? - Preguntó Volkov. - Antes de que respondas, tienes derecho a saber que esta conversación va a ser grabada y que hay una psiquiatra escuchándote. Tienes derecho a no responder y a querer dejar esta conversación cuando tu quieras.