CAPITULO 1

259 23 12
                                    

-Una cena se llevaba acabo en uno de los restaurantes más valorados en Italia... Restaurante que le pertenecía a la hija menor de la familia Torricelli Aquel lugar era una de las tantas propiedades que poseía la menor... Pero ese no era su fuerte, ya que el negocio verdadero de la familia que su padre había dejado era todo lo relacionado con la mafia y aquella familia era una de las más poderosas en Italia... Actualmente la cabeza de su familia era su hermano mayor... Quien llevaba todo lo relacionado con aquel legado familiar en Sicilia

Mientras tanto, la joven Amadea junto con su hermano expandían sus negocios en varias partes de E.U, pero donde pasaba la mayoría de cosas era en New York, donde la menor vivía junto con su madre... Amadea se encargaba de esta parte, ella lideraba todos los negocios a petición y confianza de su hermano mayor... Y a pesar de tener una edad de tan solo 22 años hacia un excelente trabajo, para muchos era una mujer sin escrúpulos, fría, demandante, calculadora, manipuladora, controladora, narcisista y sobre todo cruel...

El hecho de que fuera una mujer no le restaba al hecho de que era alguien intimidante y para su familia y cercanos ella era la menos impredecible de todos... Su hermoso rostro de piel morena un poco clara, sus ojos color cafés y cabello negro... Eran un enigma para muchos, ya que era difícil descifrar lo que sentía... Para muchos los ojos delatan a las personas, pero los de ella eran vacíos, ni una pizca de brillo o interés mostraba en ellos... Al menos claro que fueran negocios, venganza o muerte... Pero ¿Eso cambiaría?

―Srta. Torricelli, hemos llegado― Exclamó el hombre de traje de una edad adulta, mientras que bajaba junto con su compañero quien rápido se acerco a la puerta trasera para abrir a la menor

―Gracias Alfred― Hablo en un tono frío y pausado, la puerta se abrió y la chica bajo... Mostrando un elegante traje negro ―¿Mi madre, ya esta aquí?―

―Así es señorita... La espera adentro junto con algunos miembros de la familia y amigos cercanos―Suspiro algo irritada y tiro el cigarro que le quedaba poco para consumirse... Acomodo su cabello

"Bien... Terminemos con esto" Pensó irritable

Alfred dio una señal para que abrieran las puertas de aquel restaurante y así dejar pasar a la joven de cabello negro... Examino el lugar y justo al estar completamente dentro varias miradas posaron en ella, eso la lleno de ego, al contrario de muchas personas que lo más probable es que se verían intimidadas por estar en el foco de atención...

La joven camino mientras saludaba de una forma corta pero cortes a algunos invitados... En gran parte era una reunión de negocios pero también era una pequeña fiesta de gala, donde habían famosos de todas las redes y géneros...

La chica se abrió paso hasta llegar a una mesa grande donde una mujer de 55 años de edad de cabello negro, piel blanca y ojos cafés claros lucia un elegante vestido color vino, quien se encontraba con varias personas hablando... Aquella mujer al ver a la joven rápidamente se puso de pie dejando de hablar con una señora de una edad similar, acercándose a la joven tomándola de sus hombros y dándole un beso en cada mejilla

―Querida te vez preciosa, me alegra mucho de que estés aquí― Amadea sonrió cortésmente mientras asentía con su cabeza

―No podía negarme a no asistir, ya que prácticamente me amenazaste madre― Exclamó con una sonrisa falsa en su rostro... A la menor jamás le a gustado ha asistir a este tipo de eventos "ridículos" como ella los llama... La madre sonrió de lado y la guio hasta la mesa

―Martha, déjame presentarte a mi hija, Amadea Torricelli... ¿La recuerdas querida?― Miro a Amadea quien amablemente estrecho su mano con la mujer de cabello blanco ―Por supuesto madre... Sra. Bianchi, es un placer volver a verla después de mucho tiempo― Hablo con amabilidad, ocultado su disgusto por estar aquí... La mujer mayor asintió con una sonrisa

Entre Estrellas Y Sombras- Danielle RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora